La ONU certifica que Irán sigue adelante con su programa nuclear
El informe del OIEA dice que la colaboración de Teherán con sus inspectores es forzada
Irán ha cooperado con el Organismo Internacional de la Energía Atómica en su investigación sobre el polémico programa nuclear iraní, según asegura la agencia de la ONU, pero su cooperación ha sido reactiva, forzada, no por iniciativa propia e insuficiente. Así lo asegura el OIEA en su último informe, en el que además confirma que Irán tiene 3.000 centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio funcionando en la central nuclear de Natanz, pese a que la ONU instó a las autoridades iraníes a detener su programa de enriquecimiento de uranio.
El informe, clave para que el consejo de seguridad de la ONU decida sobre posibles nuevas sanciones a Irán, certifica que la República Islámica ha terminado de instalar casi 3.000 centrifugadoras nucleares, como anunció hace unos días en un acto propagandístico el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad. Y eso pese a que la ONU ha pedido directamente a Teherán que detenga su programa de enriquecimiento de uranio.
Según el informe, Irán ha hecho progresos en cuanto a la transparencia de su programa atómico, pero aún no ha respondido a algunas cuestiones clave. "Su cooperación ha sido más reactiva que proactiva", mientras que el OIEA considera "indispensable la cooperación activa y la total transparencia de Irán para poder llevar a cabo plenamente el plan de trabajo" de los inspectores. Por ello, insta a Teherán a ratificar el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), que permite las visitas sorpresa de los inspectores. Irán cumple con el TNP, que prevé visitas anunciadas, pero la llegada al poder de Ahmadineyad supuso el fin de las visitas sorpresa, que Irán permitía anteriormente de forma voluntaria. El fin de esas visitas hace que el OIEA diga que la información a la que tiene acceso "está menguando".
Sobre los modelos de centrifugadoras de origen paquistaní, las P-1 y las P-2, el OIEA asegura que la información dada por los iraníes es "coincidente" con los datos que tiene la agencia nuclear de la ONU. "Irán ha dado acceso suficiente a individuos y ha respondido de forma puntual a las preguntas" planteadas por los funcionarios de la ONU, se indica en el texto.
No obstante, sostiene que no puede asegurar que Irán no tenga un programa nuclear secreto de carácter militar, dado que sigue denegando el acceso de los inspectores a otras instalaciones que no sean las que reconoce oficialmente.
Promesas cumplidas
Desde Teherán, el nuevo negociador nuclear iraní, Sayed Yalili, ha expresado la reacción del régimen a la publicación del informe de la OIEA. Ha dicho que "Irán ha tratado de ser transparente" y, dado que ha cumplido sus obligaciones, "debe también poder disfrutar de los derechos que le garantiza el TNP". Se refería a que Irán ha cumplido con el Tratado de No Proliferación nuclear, que le obliga a someterse a inspecciones del organismo, aunque no haya ratificado el Protocolo Adicional al TNP.
Según Yalili, Irán ha ofrecido la transparencia que le exige el OIEA, por lo que está determinado a obtener los derechos que le corresponden al amparo del TNP, es decir, el derecho a seguir adelante con su programa nuclear, que, asegura, está destinado a la producción de electricidad. Asegura que Irán ha respondido adecuadamente a las dudas del OIEA sobre las centrifugadoras P-1 y P-2 de origen paquistaní y ha cooperado de forma correcta y respondido a todas las preguntas. Por ello, estima que las potencias occidentales se enfrentan a un reto a la hora de decidir sobre posibles sanciones y si estas se materializan en una nueva resolución, "tendrá un impacto" en la cooperación iraní con el OIEA.
Las seis potencias occidentales que negocian con Teherán sobre su programa nuclear -los cinco países permanentes del Consejo de Seguridad (Francia, EE UU, Reino Unido, Rusia y China) más Alemania, esperaban la publicación de este informe para decidir sobre una tercera ronda de sanciones a Teherán. La interpretación del informe por cada una de las potencias determinará si hay o no nuevas sanciones. Hasta ahora, Francia, Reino Unido, Alemania y EE UU se inclinaban hacia nuevos castigos, mientras que Rusia y China se oponen.
La reacción de EE UU ha sido inmediata y en el sentido que era de esperar. Para Washington, el informe demuestra que Irán sigue dando "respuestas parciales" sobre su programa nuclear, por lo que "sigue desafiando" al mundo, por lo que pedirán nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU en su próxima reunión, el 19 de este mes.
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