Política, ciudadanía y militancia en la red
La campaña presidencial norteamericana se jugará en buena parte en las pantallas de los ordenadores y de los teléfonos móviles. En la de 2004 sólo un candidato, Howard Dean, jugó a fondo en el territorio digital. Pero en la del 2008, cuyas primarias están ya en marcha, todos los candidatos tienen portales en Internet y ofrecen numerosas herramientas interactivas para que los militantes, simpatizantes y futuros votantes puedan dialogar con los líderes y con sus equipos. Los blogs electorales están al orden del día y pueden ser la estrella de las próximas presidenciales. Todo está maravillosamente contado y analizado en un estudio de Journalism.org, el portal del “Project for Excellence in Journalism”, cuya lectura recomiendo vivamente. En este informe encontraréis los enlaces con los portales de los candidatos, que también os recomiendo visitar.
En la vecina Francia la campaña para elegir presidente de la República fue ya un buen campo de experimentación. Ségolène Royal, con la idea de su democracia participativa, utilizó profusamente Internet para reclutar militantes y votantes e incluso para elaborar su programa a partir de foros de participación en su portal Désirs d’avenir (deseos de futuro), todavía abierto y funcionando (desirsdavenir.org). La última hornada de militantes del Partido Socialista se debe fundamentalmente a la actividad en Internet y ha conducido a unos 40.000 franceses a pedir su ingreso en el PS, proporcionando una base a Ségo que puede ser decisiva el día en que la candidata derrotada quiera hacerse con las riendas del partido.
Según el informe americano, los portales sirven para que la gente se registre a la hora de votar, para recaudar fondos, organizar reuniones y mítines y abrir un colosal debate en el que participen el mayor número de personas posible. La idea que subyace en tanta actividad digital es que Internet organiza a la gente en comunidades, por lo que cada candidato debe intentar construir una comunidad de partidarios lo más amplia posible, que le sirva para difundir sus ideas y eslóganes, estimular a la participación y al voto y, por supuesto, hacerse cargo de los gastos de la campaña. Barack Obama ha conseguido superar a Hillary Clinton en recaudación de donaciones electorales gracias a las abundantes aunque pequeñas aportaciones a través Internet, al fin más importantes que las pocas pero abundantes conseguidas por la pareja política más famosa del mundo.
Es evidente que estamos ante nuevas formas de participación democrática y de militancia partidista y, por ende, ante un nuevo tipo de ciudadanía. Intuyo además que el territorio digital da lugar a una gran actividad de agitación individual, en la que la gente no necesita salir de su casa, asistir a reuniones y mítines, pegar carteles o manifestarse, para sentirse seriamente comprometida con las ideas que defiende y con los candidatos que las representan. Estas nuevas formas de participación política entran de lleno en lo que se ha dado en llamar web 2.0. y en el crowdsourcing, es decir, en redes sociales a través de Internet y portales en los que son los propios clientes quienes suministran y controlan los contenidos. De ahí que los portales más significativos de esta nueva generación, como MySpace, YouTube o Flickr, cuenten con la presencia de muchos de los candidatos.
Será interesante observar, antes de que lleguen las elecciones norteamericanas, qué pasará con Internet, los blogs o los teléfonos móviles en las elecciones generales españolas. No hay que olvidar que los sms tuvieron algún papel en los últimos días de la anterior campaña para las generales. Y tampoco hay que echar en saco roto la teoría de que es la derecha la que mejor sabe manejar las nuevas tecnologías. De momento, en Estados Unidos sucede lo contrario, son los candidatos demócratas los que más espabilan. Veremos qué sucede aquí con nuestros partidos y nuestros candidatos. A mí me gustaría, como mínimo, que quienes se presentan a las elecciones dieran también la cara en sus blogs. Y que los partidos organizaran de verdad una buena estrategia de debate y de participación en la red. Se admiten más sugerencias
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