Fallece el Abate Pierre, infatigable defensor de los 'sin techo' en Francia
Fundó las compañías de Emaús para mejorar en lo posible la vida de los más desfavorecidos
El Abate Pierre, fundador de la asociación de caridad Traperos de Emaús y reconocido trabajador en favor de los derechos de las personas sin hogar, una de las personas más conocidas y queridas de Francia, ha muerto hoy a la edad de 94 años en el hospital parisino de Val-de-Grace, donde permanecía hospitalizado desde el pasado 14 de enero por una infección pulmonar.
El Abate Pierre fundó la primera comunidad de Emaüs en 1949. Desde entonces, ha sido un infatigable luchador por los más desfavorecidos, especialmente la gente sin hogar y sin derechos. Su constancia a favor de los derechos de los más pobres le ha valido el cariño y la admiración de toda Francia. El propio presidente de la República, Jacquea Chirac, ha lamentado su muerte y elogiado su figura. A través de un comunicado, se ha dicho “sobrecogido al conocer la muerte del Abate Pierre, por el que sentía un inmenso respeto y un profundo afecto”. Al igual que el presidente, “toda Francia está dolida. Pierde una inmensa figura, una consciencia, una encarnación de la bondad”.
Se llamaba en realidad Henri Groués y había nacido el 5 de agosto de 1912 en Lyon en el seno de una familia numerosa y acomodada. Estudió en los jesuitas hasta que a los 19 años entró en los capuchinos, la más pobre de las órdenes mendicantes, pero tiene que abandonar la orden por enfermedad poco después de ser ordenado y asignado a la diócesis de Grenoble. Durante la ocupación nazi, entra en la clandestinidad y colabora con la resistencia. Incluso llega a ser detenido por los nazis, pero logra escapar a Argelia. Luego, es elegido diputado en 1945.
Pero su verdadera obra comienza en 1949, cuando funda la primera de las Compañías de Emaús, un hogar para pobres, el primero de una organización que ahora tiene albergues en 50 países del mundo. Poco después, en 1954, lanza su famoso discurso en Radio Luxemburgo a favor de la “insurrección de la bondad” a causa del terrible invierno del 54, que afecta a muchas personas de la calle. Comienza entonces una lucha por los sin techo que ha durado más de 50 años, en los que su organización no para de crecer. Cuarenta años más tarde de su primer discurso radiofónico, volvió a subirse a la escena para denunciar “el cáncer de la pobreza”, lanzando una segunda petición de ayuda para los 400.000 sin techo de Francia y por el derecho de todos a la vivienda.
Su lucha incansable por los sin hogar ha tenido como escenario la calle, la televisión, la radio e incluso la Asamblea Nacional francesa, donde intervino en enero del año pasado. Fue nombrado en 1992 Gran Oficial de la Legión de Honor francesa, aunque en 2001 se negó a llevarla para protestar contra el rechazo del Gobierno a proporcionar alojamiento a los sin techo cediéndoles viviendas vacías. En 2004, se le elevó la condecoración a Gran Cruz de la Legión de Honor.
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