Localizados muertos con graves quemaduras dos voluntarios en un búnker del volcán Merapi

Tras 36 horas de búsqueda desesperada, los equipos de rescate encontraron hoy muertas a las dos personas atrapadas en un búnker subterráneo en la cara sur del volcán Merapi desde el miércoles. Los fallecidos presentaban graves quemaduras y ampollas por todo el cuerpo, por lo que ambos murieron presuntamente por las altas temperaturas del búnker, según el jefe del grupo de salvamento militar de Sleman, Mursal.

"Las temperaturas en el interior del búnker oscilaban entre los 45 y 47 grados centígrados", declaró Mursal al rotativo "Kompas". "Una de las víctimas ha sido encontrada en la ducha y su cuerpo estaba relativamente intacto pero la otra estaba cerca de la puerta del búnker y su piel estaba completamente abrasada", dijo el director del equipo de rescate civil, Widi Sutikno.

Sutikno aseguró que se abrirá una investigación para esclarecer si el búnker tenía defectos de diseño y entender cómo pudo penetrar en el interior del refugio de emergencia material volcánico, como arena caliente, con temperaturas superiores a los 100 grados centígrados.

Los dos fallecidos han sido identificados como Sudarwanto, de 27 años de edad, y Kenteng, voluntarios de la operación humanitaria desplegada en la región desde hace un mes. Sus cadáveres fueron evacuados al hospital Sardjito de Yogyakarta para ser sometidos a autopsias y después serán trasladados a sus pueblos respectivos para ser enterrados.

Avalancha de material volcánico

Ambos voluntarios tuvieron que refugiarse en el búnker al ser sorprendidos por una gran avalancha de gases tóxicos, cenizas y piedras incandescentes que bloqueó las dos puertas de acceso a éste. La nube ardiente, expulsada por el Merapi a las 15.15 hora local (08.15 GMT), llegó hasta siete kilómetros del cráter un día después de que las autoridades locales redujesen el estado de alerta del

volcán.

El Merapi, cuyo nombre significa "Montaña de Fuego", es uno de los volcanes más imprevisibles del archipiélago indonesio. La erupción en 1994, que causó la muerte de más de 50 residentes, llegó inesperadamente tras un mes de relativa inactividad.