América Latina impulsa la integración energética con la construcción de una refinería
Esa refinería deberá producir "crudo pesado del orden de 360.000 barriles diarios"
Los presidentes de Centroamérica, México, República Dominicana y Colombia se comprometieron ayer a empezar de inmediato los trámites para la construcción de una refinería de uso regional. Así queda reflejado en el documento final de la cumbre que celebraron ayer durante unas horas en el balneario Casa de Campo, en la provincia de La Romana, a 120 kilómetros al este de la capital dominicana.
Los presidentes han acordado "constituir una empresa integradora que coordinará la licitación y administrará las cuotas de suministro a precio preferencial y, en su caso, constituirla antes del 31 de agosto de 2006", dice la llamada Declaración de La Romana.
Esa refinería deberá producir "crudo pesado del orden de 360.000 barriles diarios", de los que México se ha comprometido a aportar 230.300 y disponer de "una termoeléctrica asociada", agrega la declaración. "El inversionista [privado] deberá complementar la cantidad de crudo faltante, dando prioridad a los crudos mesoamericanos en la medida que estos estén disponibles, bajo condiciones comerciales competitivas", añade.
Los gobernantes también se han comprometido a "tomar nota de que el estudio de la empresa consultora contratada recomienda como sede de la refinería a Guatemala o Panamá como los sitios que presentan las condiciones más adecuadas para su construcción". "No obstante, el inversionista tomará la decisión final de la ubicación, sujeto a las bases elaboradas por los miembros del Programa de Integración Energética Mesoamericana (PIEM)", formado por los países participantes en esta cumbre, añade el documento.
Revitalizar la región
Los países reunidos en Casa de Campo encargaron un estudio de viabilidad para la construcción y el funcionamiento de la refinería a la empresa consultora Advanced Technologies Inc (KBC), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su discurso de inauguración de la cumbre, el presidente de México, Vicente Fox, afirmó que la instalación de una refinería para la región "representará la inversión más importante en el istmo después del canal de Panamá".
Los gobernantes expresaron su preocupación por "el impacto que el rápido incremento de los precios del petróleo y sus derivados está teniendo en la dinámica del desarrollo humano sostenible en Mesoamérica, especialmente en el cumplimiento de los objetivos de la Cumbre del Milenio en cuanto a la reducción de la pobreza y pobreza extrema".
En este contexto, los presidentes se comprometieron a "desarrollar los mercados regionales de petrolíferos, electricidad, gas natural, así como promover el uso de energías renovables", según afirman en la Declaración de La Romana.
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