Berlusconi explica que su referencia a que China cocía a los niños es una "broma documentada"

Después de conocer que al Gobierno de Pekín no le ha hecho ninguna gracia sus comentarios, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, ha explicado la polémica afirmación realizada en un mitin celebrado el domingo en Nápoles, en el que aseguró que en la China de Mao se cocía a los niños para abonar los campos. En un acto organizado por el Partido Popular Europeo en Roma, Berlusconi ha explicado que aquella afirmación simplemente era una "broma" en la que se citaba un "hecho históricamente incontrovertible". Pero acto seguido ha añadido que "históricamente está probado".

Berlusconi ha participado esta tarde en Roma en una jornada de estudio que organiza el grupo de Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo, durante la que ha hablado de los logros de su Gobierno y ha vuelto a arremeter contra los medios de comunicación. La sesión de la formación comunitaria se ha iniciado con el presidente del grupo, Hans-Gert Poettering, quien en nombre de todo el partido ha augurado "un gran éxito electoral" a la coalición de centroderecha "Casa de las Libertades". El primer ministro italiano también se ha mostrado convencido de que la coalición que dirige se impondrá en las elecciones generales que se celebran el 9 y 10 de abril, a pesar de que los últimos sondeos publicados afirman todo lo contrario.

Aznar y su comparativa

Pero en la reunión celebrada en Roma también ha tenido su momento el ex presidente del Gobierno español, José María Aznar. Y más tarde, sus comentarios han sido duramente criticados por el PSOE. En su intervención, enmarcaba en una mesa redonda bajo el tema "valores e identidad", Aznar ha explicado que "la fascinación por los conceptos colectivos" común a "la utopía socialista y a las ensoñaciones nacionalistas", es también un elemento "claro del islamismo radical".

Según el ex presidente de Gobierno español, los valores que han conformado la identidad de Europa son, entre otros, "una concepción de la persona como ser único en su dignidad, libre y responsable"; la democracia como sistema político y el Estado de derecho basado en la ley igual para todos. Sin embargo, Aznar ha advertido de que en los últimos tiempos "algunos quieren declinar los derechos fundamentales de la persona en función de circunstancias religiosas o culturales" y "hablan de civilizaciones como si a cada persona, por el hecho de nacer en un lugar o en otro, le correspondieran derechos distintos". Para Aznar, "esta fascinación por los conceptos colectivos" es un "error" que puede tener y ha tenido consecuencias "trágicas". Entonces, es cuando ha indicado que esta característica es común a la "utopía socialista y a las ensoñaciones nacionalistas. Y, como no, también es un elemento muy claro del movimiento yihadista, del islamismo radical".

Las críticas no han tardado en llegar. El secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, Alfonso Perales, ha calificado esta intervención de "lamentable", y ha definido a Aznar como "el peor embajador que ha tenido España en toda su historia". Según Perales, Aznar está manchando la imagen del país por "la patética imagen" que ofrece alguien que ha ostentado durante ocho años la más alta representación de España. "Es un ex Presidente que traslada únicamente mensajes retrógrados, una imagen de persona resentida y unas valoraciones carentes de cordura política".