Graves disturbios al término de una protesta estudiantil en París contra la reforma laboral

Una manifestación de universitarios en el centro de París contra la reforma laboral del Ejecutivo de Dominique de Villepin ha derivado en graves disturbios, con la quema de coches, escaparates de comercios apedreados y enfrentamientos con la policía. Los choques entre manifestantes y agentes han tenido también lugar en otras ciudades. Al final del día, un total de 420 personas han sido detenidas, 140 de ellas en la capital.

Allí, en París, una manifestante de 21 años ha resultado herida de gravedad y sufre un traumatismo craneal, aunque se encuentra consciente y hospitalizada en un centro de la capital. Según la policía, los primeros elementos de la investigación indican que las heridas de la joven no son fruto de enfrentamientos con los agentes del orden.

Miles de personas marchan en París

La protesta, que ha congregado en el centro de la capital a 50.000 personas según los convocantes y a 23.000 según el Gobierno, ha terminado en la explanada de los Inválidos, donde individuos encapuchados han prendido fuego a varios vehículos, propagándose las llamas a un comercio. Decenas de personas, con la cara cubierta, rompían mientras tanto el escaparate de una tienda de alquiler de coches, según testigos presenciales.

Los agentes antidisturbios han invitado a los manifestantes a abandonar la explanada, y han cargado contra centenares de alborotadores que, en pequeños grupos coordinados y con gran rapidez, rompían cristales y retrovisores de decenas de vehículos. Al inicio de la manifestación, que ha arrancado este mediodía en la plaza de Italia (en el sur de la capital francesa), también se han registrado incidentes: algunos estudiantes fueron agredidos y se produjeron robos de teléfonos móviles y de cámaras de fotógrafos profesionales. También hubo altercados al término de las manifestaciones de Marsella (sureste) y de Rennes (oeste), al igual que en institutos de la región parisiense y en Tours (centro-oeste), donde unos 600 jóvenes ocuparon las vías de la estación durante unas dos horas.

La de París ha sido la más concurrida de las marchas convocadas hoy en numerosas ciudades de Francia. Hasta la capital han llegado trenes y autobuses cargados de jóvenes de provincias, especialmente de Lyon, al sureste, y de Picardía, al norte. Un total de 450.000 personas, 220.000 según el Ministerio del Interior, han exigido la retirada del Contrato de Primer Empleo (CPE) en las distintas manifestaciones que han recorrido el país, muchas de ellas salpicadas con incidentes y altercados.

Encuentro Villepin-sindicatos

Entretanto, los sindicatos han aceptado reunirse mañana con el primer ministro francés, Dominique de Villepin, para hablar del polémico CPE, detonante de las protestas en todo el país por permitir a los empresarios el despido sin justificación a los menores de 26 años durante un plazo de prueba de dos años. Las centrales sindicales exigen que éste sea retirado antes de "cualquier diálogo o negociación". Las cinco confederaciones sindicales han tomado esa decisión tras estudiar esta tarde, en una reunión conjunta, la oferta de Villepin, quien les había mandado hoy una misiva instándoles a un diálogo urgente en el que pedía un encuentro "con un orden del día sin ninguna limitación" y en la fecha que "les convenga".

A esa cita no acudirá el principal sindicato de universitarios, la Unef, según ha dicho hoy su presidente, Bruno Julliard, y ha reiterado que la retirada del CPE es una condición previa a cualquier reunión. Según Educación, 21 universidades estaban bloqueadas hoy y otras 46 sufrían perturbaciones, de las 84 que hay en Francia. En vista de estas incidencias, De Robien ha abordado hoy la posibilidad de "recuperar las clases o aplazar los exámenes. Se trata de una "crisis extremadamente grave", subrayan hoy en un comunicado los rectores, que han pedido una entrevista con el presidente, Jacques Chirac. Fuentes de la patronal han indicado, por su parte, que las organizaciones empresariales serán recibidas mañana o el próximo lunes en Matignon, la sede del Gobierno francés.

Sin marcha atrás

La firmeza de Villepin en mantener el CPE, pese a la fuerte oposición sindical, estudiantil y de la oposición de izquierdas, ha abierto una crisis política y ha reavivado, según la prensa, las tensiones con su ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, que como él tiene los ojos puestos en las Presidenciales de 2007. Tras excluir el jueves pasado retirar, suspender o "desvirtuar" su controvertido contrato laboral para jóvenes, el primer ministro francés reafirmó ayer su voluntad de dialogar con los sindicatos "sin a priori" para mejorar la reforma. Una de cal y otra de arena, que ha creado confusión entre los sindicatos y que ha servido como nuevo carburante para la protesta.