Irán pone a cubierto sus fondos en el extranjero ante la amenaza de sanciones de la ONU

Irán ha decidido ponerse la venda antes de recibir la herida y, ante la amenaza de sanciones lanzada por la comunidad internacional por su negativa a congelar su programa nuclear, ha comenzado a transferir el dinero que guarda en el extranjero a cuentas seguras. Teherán teme que la ONU obligue a los bancos a paralizar sus fondos en el extranjero.

Las reticencias de Rusia volvieron a frenar la posibilidad de que este asunto sea tratado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Moscú prefiere esperar hasta escuchar las conclusiones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), según dejó claro su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, tras reunirse en Moscú con su homólogo francés, Philippe Douste-Blazy.

"Lo importante es guiarse por el objetivo primordial, que consiste en hacer todo lo posible para impedir que se viole el régimen de no proliferación" de las armas nucleares, señaló Lavrov. Douste-Blazy recalcó la necesidad de que la comunidad internacional afronte este asunto con "firmeza, unidad y rapidez". El Consejo de Gobernadores del OIEA se reúne el 2 y 3 de febrero en Viena en una sesión extraordinaria sobre este asunto.

Rusia se opone a la imposición de sanciones a Irán debido a los intereses económicos que tiene en ese país, donde construye la central nuclear de Bushehr por un valor de más de 800 millones de euros y tiene planes de levantar otras. Sin embargo, está de acuerdo con la UE en que sólo se podrá negociar de nuevo con Irán cuando vuelva a congelar el proceso de enriquecimiento de uranio que ha reactivado este mes.