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Un europeísta para recuperar el poder

Romano Prodi presidió cinco años la Comisión Europea

Romano Prodi, el candidato de La Unión a la presidencia del Gobierno en las generales de 2006, vuelve a ser el líder del centroizquierda italiano y aspira a volver al Palacio Chigi, la sede del Ejecutivo, que ya presidió entre 1996 y 1998. Su rival, de nuevo, será Silvio Berlusconi.

El democristiano Prodi ha pasado cinco años al frente de la Comisión Europa, en Bruselas, alejado, aunque no del todo, de la política italiana. Su regreso fue a lo grande, atacando a Berlusconi, al que tildó de antieuropeísta y de alejar a Italia de Europa. Defensor del euro, rechazó las acusaciones del centroderecha de que la moneda europea dañaba a la economía italiana.

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El hombre que llevó al centro izquierda ex comunista al Gobierno regresa con los objetivos de devolver el crédito internacional a Italia, acabar con las desigualdades y sanear la economía.

El Profesor, como es conocido en Italia, nació en Scandiano, en la región de Emilia-Romaña, que ha votado tradicionalmente a la izquierda, el 9 de agosto de 1939. Licenciado en Jurisprudencia en la Universidad Católica de Milán, catedrático de Economía en la Universidad de Bolonia y doctor en Economía en la London School of Economics, Prodi fue uno de los fundadores en 1981 de Nomisma, el prestigioso instituto de investigación.

A la política en 1995

A finales de 1995 se lanzó al ruedo político para desafiar por primera vez a Silvio Berlusconi, a quien ganó el 21 de abril de 1996. Por primera vez en la historia de la República italiana, una coalición progresista, El Olivo, cuyo principal partido era el ex comunista Partido Democrático de la Izquierda, actual DS, venció.

Un mes más tarde, el 17 de mayo, fue nombrado presidente del Gobierno. Su programa se basó en la reforma federalista del Estado, la lucha contra el paro y el cumplimiento de los parámetros de Maastricht para conseguir que Italia formara parte del grupo de cabeza de la moneda única. Este último objetivo lo logró.

Sin embargo, todo el esfuerzo se vino abajo un año y medio más tarde. El Olivo no logró mayoría absoluta en el Parlamento en las elecciones de 1996 y los votos que le faltaban se los aseguraba el ortodoxo partido Refundación Comunista, cuyo líder, Fausto Bertinotti, le ha desafiado en estas primarias. Los comunistas ortodoxos le pusieron entre la espada y la pared por las medidas de saneamiento que había aprobado y en la primavera de 1997, Refundación votó contra la participación de Italia en la misión internacional de paz para Albania y en octubre de ese mismo año le retiró la confianza por considerar que los presupuestos generales dañaban a las clases más humildes.

La crisis política le llevó a dimitir el 9 de octubre de 1997. Tras una semana de pasión volvió a recomponer la alianza, después de conceder la reducción del horario semanal de trabajo a 35 horas. Sin embargo, Refundación volvió a las andadas. Votó contra la ratificación de Italia de la entrada de Polonia, República Checa y Hungría en la OTAN y de nuevo, el 9 de octubre de 1998, le volvió a retirar la confianza por los presupuestos. Prodi pidió la confianza al Parlamento, que se la retiró por un voto. Su gobierno duró 876 días.

Entonces se marchó a Bruselas y el Gobierno de Silvio Berlusconi le tuvo alejado varios años, pero ahora volverán a enfrentarse.

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