La policía descarta que el arrestado hoy en el aeropuerto de Manchester fuera un terrorista

Las terminales 1 y 2 del aeropuerto de Manchester, al norte de Inglaterra, han sido reabiertas al público tras haber sido momentáneamente cerradas esta mañana por una alerta de seguridad. Las terminales quedaron clausuradas después de que un hombre fuera detenido bajo la ley antiterrorista tras encontrarse un artefacto sospechoso, según las fuerzas de seguridad de Manchester. Horas más tarde la alarma se reveló falsa.

Según una primera versión el individuo sobrepasó la zona de seguridad del aeropuerto, vetada a toda persona ajena al recinto aeroportuario mientras caminaba con una maleta sospechosa. Poco después fue reducido con un arma paralizante tras negarse a colaborar y "forcejear" con los agentes. La policía explicó más tarde que los servicios de seguridad se vieron obligados a emplear sus armas Tazer, que emite descargas eléctricas, al ver que el hombre no obedecía a sus órdenes. Poco después, un dispositivo especial llevó a cabo una explosión controlada de su maleta.

El hombre fue inmediatamente detenido e interrogado bajo la legislación antiterrorista. Su automóvil también fue registrado. Sin embargo, esta tarde la policía ha llegado a la conclusión de que el individuo no suponía ningún peligro para la seguridad y ha revelado que la maleta no contenía explosivos, sino ropa y documentos. El sospechoso, un hombre de origen asiático que apenas habla inglés, ha sido trasladado a un centro de salud mental para investigar si padece algún tipo de transtorno.

Según las primeras informaciones el arrestado merodeaba los bajos de los aviones estacionados en las pistas del aeropuerto. Sin embargo, según ha precisado luego Steve Thomas, responsable de la policía de Manchester, nunca se acercó a menos de 60 metros de las aeronaves.

El incidente afectó a algunos vuelos de la terminal 2 (internacional) a lo largo de la mañana, si bien la normalidad se ha ido recuperando poco a poco. Las autoridades británicas se encuentran en estado de alerta desde el atentado islámico de Londres el pasado 7 de julio que dejó 56 muertos y casi 700 heridos. Sin embargo, el suceso de hoy pone en cuestión la seguridad en el aeropuerto norteño, ya que el sospechoso consiguió colarse sin ser detectado hasta la zona de estacionamiento de los aviones, vetada al público.