Israel promete que la evacuación será "total y completa"

A pocos días de la retirada de colonos israelíes de los asentamientos de Gaza, en territorio palestino, tanto Israel como Palestina se esfuerzan por que la denominada Operación desconexión se lleve a cabo en la mayor tranquilidad posible. Los preparativos para la evacuación continúan hoy al tiempo que Israel y la Autoridad Nacional Palestina ultiman los detalles del traspaso de las zonas ocupadas. Para facilitar los desalojos, el ejército israelí marca con una "equis" las casas deshabitadas en Nisanit, uno de los 21 asentamientos judíos de la franja de Gaza que serán evacuados a partir de la medianoche del 14 de agosto. Por su parte, el viceprimer ministro israelí ha asegurado que la retirada de Gaza será "total y completa". Las operaciones de demolición costarán a Israel entre 25 y 30 millones de dólares.

En la medianoche del próximo día 14, Israel desalojará a los más de 8.800 colonos judíos que viven en los 21 asentamientos de la franja de Gaza y otras cuatro colonias aisladas en la región de Jenín, al norte de Cisjordania. Los colonos tendrán 48 horas para abandonar sus casas. De no acatar voluntariamente la orden, su presencia será considerada ilegal desde el día 17 y serán evacuados a la fuerza por el ejército.

"La retirada de Gaza será completa y total (…), incluido el corredor de Filadelfia", declaró hoy el viceprimer ministro israelí, Ehud Olmert, en referencia a la línea que a lo largo de 20 kilómetros separa la franja de Gaza de Egipto y que es un camino de patrulla controlado por la armada israelí. El Estado hebreo se mostró en un principio reticente a renunciar al control de este corredor por temor al contrabando de armas hacia los territorios palestinos.

Sin embargo, el ejército israelí sí retendrá y no transferirá al Gobierno palestino el control de la seguridad en la zona de los cuatro asentamientos judíos al norte de Cisjordania que deben ser desalojados la próxima semana. Esta zona es casi tres veces mayor que el territorio de la franja de Gaza, de unos mil kilómetros. El ministro del Interior de la Autoridad Nacional Palestina, Naser Yusef, protestó por esta decisión, indicaron fuentes palestinas.

"Operación desconexión"

La demolición de las 2.800 cascas de los asentamientos judíos e Gaza se realizará en dos etapas. En primer lugar, la destrucción de paredes y techos correrá a cargo de excavadoras del Ejército israelí. En segundo lugar, contratistas palestinos y egipcios se ocuparán del resto, según han acordado el ministro de Defensa israelí Shaul Mofaz y el titular de Asuntos Civiles de la ANP, Mohamed Dahlán. Se estima que el costo de la demolición será de entre 25 y 30 millones de dólares (entre 19 y 25 millones de euros), que deberá pagar Israel.

Por su parte, EE UU aportará 50 millones de dólares para la instalación de equipos electrónicos que permitirán acelerar las inspecciones de seguridad en pasos de tránsito internacional, como el de Rafah, entre Egipto y Gaza. Según fuentes palestinas, Israel también ha dado su visto bueno para comenzar la construcción de un puerto de aguas profundas en el Mediterráneo, frente a la ciudad de Gaza, entre otras medidas que facilitarán el tránsito de palestinos por los países fronterizos.

Oposición de los rabinos

A pesar de que el Gobierno israelí ha hecho llamamientos en los últimos días para pedir calma a la población y poder asegurar una evacuación segura, un grupo de rabinos ultranacionalistas ha amenazado con el anatema a todos aquellos judíos que participen en los desalojos de Gaza. "Aquéllos que participen en la evacuación serán castigados en este mundo y en el más allá", dijo el antiguo gran rabino de Israel, Abraham Aspira.

Por su parte, el Consejo de rabinos de Judea Samaria (Cisjordania) y Gaza, que concentra a los sacerdotes más radicales de los asentamientos, declaró que los soldados israelíes que participen en la evacuación serán "cómplices de un crimen". Además, instaron a los militares hebreos a "ignorar la orden de movilización" para desalojar los asentamientos judíos de Gaza.