Bush afirma en su discurso del 4 de julio que EE UU seguirá en Irak "hasta acabar su misión"
"Cuando el trabajo es duro, la respuesta adecuada no es la retirada, sino el coraje", afirma el presidente
El presidente de EE UU, George W. Bush, ha pronunciado en el Día de la Independencia, la fiesta nación del país, un discurso de tintes muy similares al del reciente primer aniversario de la devolución de la soberanía a Irak.
"En esta guerra sólo hay una opción y es la victoria", ha asegurado el inquilino de la Casa Blanca ante las alrededor de 5.000 personas que se dieron cita este lunes en el campus de la universidad de West Virginia, en la localidad de Morgantown. Bush ha insistido en que resulta difícil ver las imágenes de los soldados muertos, pero ha hecho hincapié en que no harán mella en su determinación ni la del pueblo estadounidense.
Contra todas las encuestas
"Sabemos que la mejor forma de honrar el sacrificio es completar la misión, o sea que nos quedaremos hasta acabarla", ha asegurado Bush, quien ha añadido con firmeza que "cuando el trabajo es duro, la respuesta adecuada no es la retirada, sino el coraje". El presidente estadounidense, que no ceja en su empeño de pedir a su pueblo comprensión, a sabiendas de que la presencia de soldados en Irak cada vez es más impopular, ha pronunciado estas palabras cuando a muy pocos metros del lugar, unas 300 personas se manifestaba para exigir la salida de los militares del país árabe.
Frente a todo, el presidente ha dejado claro que no tiene la intención de cambiar de rumbo: "un presidente no debería ver los sondeos y cambiar sus políticas", ha dicho en referencia a su caída en picado en las encuestas de opinión. Según una encuesta reciente, el 42% de los estadounidenses está satisfecho con la gestión del presidente.
Según un sondeo realizado recientemente por el Centro Pew de Investigación, un 40% de los estadounidenses cree que el mundo es más peligroso desde que Sadam Husein fue sacado del poder en Irak, mientras que el 49% opina lo contrario.
Fiesta ajena al debate
Pero la mayoría de los estadounidenses han vivido la jornada ajenos a la polémica de Irak y han aprovechado para repetir los rituales de estas fechas: banderas ondeantes, tracas de fuegos artificiales y festines gastronómicos. La festividad ha ido acompañada también de un número récord de desplazamientos, que superan los 40 millones de personas.
Aunque la jornada ha discurrido de forma pacífica en todo el país, las encuestas a las que Bush dice no prestar atención dan señales de un creciente malestar y descontento.
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