Una oleada de atentados en Irak deja más de 65 muertos y decenas de heridos

Una oleada de atentados suicidas ha sacudido hoy de nuevo Irak. En tres atentados sucesivos en Tikrit, Bagdad y Hawija han muerto al menos 66 personas. El primero se ha registrado en Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, donde un suicida ha hecho estallar su coche bomba en un mercado, matando a 28 personas. Poco después, en Hawija, al suroeste de la ciudad petrolera de Kirkuk, otro suicida, envuelto en explosivos, ha entrado en un centro de reclutamiento y ha hecho estallar su carga, asesinando a 32 personas. Finalmente, en Bagdad, otros dos atentados han causado seis muertos.

En Tikrit, según ha informado la policía, "un coche bomba estacionado junto a una parada de autobús del centro de la ciudad" ha causado la muerte de 28 personas, entre ellas un policía, y ha herido a otras 70. El coche ha estallado en el momento en que muchos trabajadores, en su mayoría chiíes, se encontraban haciendo cola para hacerse con empleos en la construcción.

"Lo que he visto es una tragedia. Algunas personas han quedado sin cabeza en la explosión, algunos estaban quemados, otros han quedado hechos pedazos", ha declarado a la agencia Reuters Ibrahim Mohammed, un obrero procedente de Kut que ha presenciado la explosión.

En la ciudad de Hawija, ha sido un suicida que portaba consigo los explosivos el causante de otra matanza, esta vez en un centro de reclutamiento del ejército iraquí. Según el jefe de policía de la ciudad, cercana a Kirkuk, en la zona petrolera del norte del país, el terrorista ha entrado en un centro de reclutamiento y ha hecho estallar su carga, matando a 32 personas e hiriendo a otras 34, según fuentes hospitalarias. "Un kamikaze con un cinturón de explosivos se ha metido entre los reclutas y se ha hecho explotar", ha declarado el general Turhane Yussef.

En Bagdad, se han producido dos nuevos ataques en dos barrios distintos de la ciudad. El primero se ha producido en el barrio de Dora y también en esta ocasión el objetivo era la policía iraquí. Un coche bomba ha estallado delante de una comisaría según fuentes hospitalarias y policiales, que cifran en tres las personas muertas, todas civiles. Poco después, otro coche ha estallado en el barrio de Al Mansur, al paso de una partulla de la policía. Dos agentes y un civil han muerto en este ataque, según el Ministerio del Interior.

Desde la formación del Gobierno iraquí, hace casi dos semanas, la insurgencia se ha propuesto minar su estabilidad y su actividad y ha intensificado enormemente su campaña de atentados y ataques. Desde el pasado 28 de abril, cuando quedó formado el Gobierno que preside el kurdo Jalal Talabani y que preside el chií Ibrahim Al Yafari, más de 300 personas han muerto en decenas de atentados por todo el país, en especial en la capital. Pese a todo, el Gobierno insiste en que está actuando contra la insurgencia y que ésta se encuentra debilitada.

Mientras, el ejército estadounidense sigue su ofensiva contra los rebeldes en el desierto al norte de Qaim, en la provincia de Al Anbar, una de las más conflictivas del país y donde, según el mando estadounidense, se concentra la mayoría de terroristas extranjeros que han entrado en el país para combatir a las fuerzas de ocupación estadounidenses. Según el ejército americano, sus tropas han acabado ya con un centenar de insurgentes, aunque reconoce la muerte de al menos 14 de sus soldados.