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Medio millón de personas exigen en Roma la liberación de la periodista secuestrada en Irak

El Gobierno de Berlusconi se desliga de la marcha en apoyo de Giuliana Sgrena, reportera de 'Il Manifiesto'

Al igual que ocurriera durante el cautiverio de las cooperantes Simona Torretta y Simona Pari -liberadas sanas y salvas en septiembre de 2004 tras 21 días de secuestro-, los italianos se han echado hoy a la calle para reclamar la libertad para su compatriota Giuliana Sgrena, periodista del diario Il Manifiesto secuestrada por la insurgencia iraquí hace dos semanas.

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Bajo el lema "liberemos la paz", cientos de miles de personas, medio millón según los organizadores, han participado esta tarde en una marcha silenciosa en Roma que ha concluido en el histórico Circo Massimo, donde se han sucedido los mensajes en favor de los secuestrados y del pueblo iraquí. Además de la liberación de Sgrena, los manifestantes han exigido que se ponga en libertad a la periodista francesa Florence Aubenas y su intérprete iraquí, Husein Hanoun, desaparecidos en Bagdad hace un mes y medio.

A la cabeza de la marcha han estado los familiares de Sgrena, el director de su diario, Il Manifesto, y políticos como el opositor Romano Prodi, el dirigente comunista Fausto Bertinotti o el alcalde de Roma, Walter Veltroni. También han acudido a la cita personalidades del mundo del arte y la cultura, entre ellas el cineasta Nanni Moretti y el Premio Nobel de Literatura Darío Fo, que además de pedir la libertad de los rehenes ha denunciado "la violencia inaudita" y el "acto criminal que es la guerra".

Los grandes ausentes han sido los líderes de la mayoría gobernante, que en medio de una fuerte polémica han considerado que la convocatoria estaba politizada y salpicada de tintes radicales y finalmente se han desligado de la iniciativa. Asi, algunos miembros del Gobierno, como el ministro para Asuntos Europeos, Rocco Buttiglione, han preferido acudir a un concierto por la paz celebrado en la localidad de Asís. "Cada uno participa de la manera que considera oportuna", ha justificado Buttiglione, quien ha querido matizar que, para el centroderecha, la manifestación de Roma supone una acto positivo para la periodista, aunque, ha advertido, "sería equivocado pedir la liberación con una postura cercana a las posiciones de los terroristas".

Víctimas de la guerra

Con pancartas y banderas de todo tipo -desde aquellas por la paz hasta algunas con el rostro del líder independentista kurdo Abdulá Ocalan-, los manifestantes han clausurado la marcha en el Circo romano, donde se había instalado un escenario con tres enormes fotografías de Sgrena, Aubernas y Hanoun. Allí se han proyectado imágenes de la población civil iraquí y las víctimas de la guerra tomadas por la propia Sgrena, mientras tomaban la palabra ante los congregados compañeros de la periodista y personalidades políticas y de organizaciones humanitarias.

Entre quienes hablaron ha estado Simona Torreta, quien se ha unido a las peticiones para la liberación "de todos los rehenes y de la población iraquí". Por su parte, el director del Il Manifesto, Gabriele Polo, ha querido lanzar un mensaje a los secuestradores para recordar la labor de Sgrena: "liberar a Giuliana es el mejor servicio que se puede hacer al pueblo iraquí; dejad que vuelva a su trabajo para que pueda volver a pedir el fin de la guerra", ha proclamado.

Asistentes a la marcha de Roma sujetan una pancarta con fotos de la periodista secuestrada.
Asistentes a la marcha de Roma sujetan una pancarta con fotos de la periodista secuestrada.AP

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