Más de 200 muertos en el peor accidente minero de China de las últimas décadas
La explosión de gas en una mina de carbón deja otras 22 personas heridas y 13 atrapadas
Al menos 203 mineros han muerto, 22 han resultado heridos y 13 continúan atrapados por una explosión de gas en la mina de carbón Sunjiawan, en el noroeste de China. Se trata del peor siniestro de este tipo reconocido en el país en las últimas décadas, según ha informado hoy la agencia Xinhua. Un total de 180 personas, entre expertos de minas, bomberos y personal sanitario, se han trasladado inmediatamente al lugar de los hechos, en el condado de Fuxin, provincia nororiental de Liaoning, para participar en las operaciones de rescate.
El gobernador de la provincia de Liaoning, Zhang Wenyue, dirige personalmente las operaciones, sin que de momento se conozca la situación de los 13 mineros que continúan atrapados en el pozo. De los 22 trabajadores heridos, uno está en coma, pero los otros 21 salieron de peligro y se encuentran internados en el mejor hospital de Fuxin, a donde se ha trasladado un grupo de expertos de la Universidad de Medicina en Shenyang, capital provincial. El presidente, Hu Jintao, ha anunciado que China no escatimará esfuerzos para salvar a los desaparecidos, mientras el primer ministro, Wen Jiabao, ha urgido a las autoridades locales a reforzar las labores de rescate y pagar las indemnizaciones a las familias de las víctimas.
De momento, se desconocen las causas del siniestro, ocurrido a las 15.49 horas del lunes (8.49 del martes en la España peninsular) a 242 metros de profundidad, según la Oficina de Supervisión de la Seguridad de Lianoning. Xinhua ha señalado que la explosión ocurrió diez minutos después de que un terremoto sacudiera la mina, aunque no se ha establecido que éste sea la causa del accidente. La mañana del accidente se encontraban dentro de los yacimientos 574 personas, de los cuales 336 salieron justo antes de que se produjera la explosión, ha agregado la fuente. La explotación de Sunjiawan, perteneciente al Grupo Industrial del Carbón de Fuxin, emplea a un total de 3.100 mineros y tiene una producción anual de 1,5 millones de toneladas.
Las minas más peligrosas del mundo
La zona de Fuxin es una de las regiones mineras más antiguas de China, por lo que muchos yacimientos se encuentran ya agotados y los trabajadores tienen que bajar a mucha profundidad para continuar excavando, según denuncia la prensa local. Esto aumenta el riesgo de accidentes por explosiones de gas metano, además del hundimiento de túneles e inundaciones, las dos principales causas de muerte en minas chinas. Este accidente es el peor reconocido por las autoridades desde la fundación de la República Popular China (1949), aunque durante décadas Pekín ocultó los siniestros graves ocurridos en el país. El accidente minero más grave conocido de la historia china ocurrió en 1942, cuando 1.549 mineros murieron en un yacimiento hullero en Manchuria, en aquel momento bajo ocupación japonesa.
Las minas chinas son unas de las más peligrosas del mundo, con un alto índice de siniestralidad por las malas condiciones de los pozos y la escasa inversión en medidas de seguridad. El año pasado, una explosión de gas grisú causó 166 víctimas mortales en la provincia norteña de Shaanxi en noviembre, mientras en octubre, otro accidente costó la vida a 148 mineros de la mina hullera de Daping (centro). La prensa china inició entonces una campaña de denuncia sobre la situación en que se encuentra el sector, con miles de pequeños yacimientos inseguros que se cobran casi 7.000 vidas humanas al año, según cifras oficiales.
Los expertos acusaron a los dueños de las minas (muchas estatales) de explotar a los trabajadores, pagándoles salarios de miseria y obligándoles a trabajar en condiciones precarias, además de ocultar los accidentes y escatimar las indemnizaciones a las familias. En el país asiático se produce el 80% de las muertes en minas hulleras del mundo, pese a que sólo extrae el 35% del carbón en el planeta. El primer ministro visitó en enero la mina siniestrada de Shaanxi y se reunió con familiares de las víctimas mortales, a quienes, entre lágrimas, prometió medidas para mejorar la seguridad de los yacimientos. Sin embargo, China sigue dependiendo del carbón para generar casi el 70% de su energía, por lo que cualquier cierre de minas podría suponer una reducción de la producción, con la consiguiente amenaza para la economía.
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