Blair propone en su programa electoral una restricción a la llegada de inmigrantes
Entre otras medidas, propone un sistema de puntos para facilitar la entrada de trabajadores cualificados en detrimento de los menos preparados
Tras una larga campaña de denuncia por parte de la prensa sensacionalista británica de la llamada inmigración ilegal, el Gobierno laborista de Tony Blair ha decidido pasar a la ofensiva con una batería de propuestas para filtrar a quienes aspiran a quedarse sólo por razones económicas en este país. Así, Blair aplicará, de ser reelegido, más restricciones a la llegada de inmigrantes, como un sistema de puntos para facilitar la entrada de trabajadores cualificados en detrimento de los menos preparados.
Las medidas, oportunamente adelantadas a la prensa, incluyen un plan quinquenal sobre inmigración y asilo destinado a limitar estrictamente el derecho de los inmigrantes a establecerse aquí de modo permanente, con un sistema de puntos, como el australiano, que favorece a los profesionales como maestros o médicos. Otras propuestas anunciadas por el ministro del Interior, Charles Clarke, son tomar las huellas dactilares a quienes consiguen un visado de entrada en el país y establecer un carné de identidad para quienes vienen para quedarse más de tres meses. El objetivo de todo ello, según Tony Blair, es garantizar que "sólo entran y consiguen permisos de trabajo aquellos de quienes hay necesidad" en este país.
El debate en torno a la inmigración y al derecho de asilo se presta fácilmente al populismo, todos los partidos lo saben y, aquí como en todos los países, no dudan en recurrir a esa poderosa arma en busca de réditos electorales. Los primeros entre los grandes partidos en romper el fuego en la batalla para ganarse a la opinión pública fueron los conservadores, cuyo líder y aspirante a jefe de gobierno, Michael Howard, abogó por establecer un contingente para los solicitantes de asilo. Para ello, sin embargo, el Reino Unido tendría que renunciar tanto a la Convención sobre Refugiados de la ONU de 1951 como a la Convención Europea de Derechos Humanos, según apuntaba ayer en un editorial muy crítico The Observer.
Los 'tories', "ridículos oportunistas"
Los laboristas no han querido quedarse atrás y este lunes, día elegido para lanzar sus propias propuestas sobre el tema, Blair se despacha con un artículo en el conservador The Times que supone una perfecta muestra de lo que los retóricos llaman preterición, a saber, decir lo que aparenta que no se dice. "No llamaría a los 'tories' (conservadores) de Howard racistas, sino absurdos y ridículos oportunistas", se titula el artículo del líder del Nuevo Laborismo, según el cual el país necesita "un conjunto de leyes de inmigración y de asilo" en su propio interés, lo que requiere un debate entre personas adultas. Blair acusa a los tories de haber suscitado el debate público sobre el tema con el único objetivo de provocar a los laboristas, reconoce que la opinión pública está preocupada por el "desafío" que representa la inmigración, que califica de "difícil y muy complejo".
El líder laborista deja bien claro que, "contrariamente a lo que dice la propaganda, Gran Bretaña no es la capital europea de los solicitantes de asilo, y mucho menos la mundial", pero reconoce que uno de los problemas más graves es el que representa ese 75% de refugiados que carece de documentos. "Muchos llegan y dicen que son del país X, pero se descubre que son originarios del Y", denuncia Blair, quien afirma que la mejor solución será reforzar los controles de inmigración para impedir que lleguen a suelo británico quienes simulan ser refugiados, tipificar como delito la destrucción de documentos de identidad y firmar acuerdos de repatriación con los países de origen. Insistiendo en esa línea, el ministro Clarke ha declarado hoy a la BBC que "la inmigración para trabajar o estudiar es positiva. Lo malo es cuando no hay suficientes controles y la gente entra y se convierte en una carga social".
Los tabloides se felicitan de la medida del Gobierno y así, Daily Express titula "Inmigración: por fin se actúa", lo que atribuye sin falsa modestia a su propia campaña, mientras que Daily Mail escribe, dirigiéndose en tono paternalista a sus lectores: "Tenéis razón en preocuparos por el asilo". Desde otra óptica, el izquierdista The Independent dedica hoy toda su portada a un reportaje fechado en las islas Canarias sobre la tragedia humana que representan los miles de "inmigrantes" que llegan al archipiélago desde las costas africanas cuando no perecen en el intento.
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