Los captores de los periodistas franceses dan 48 horas para pagar cinco millones de dólares
Los secuestradores piden además que se dé tregua a Bin Laden y no se apoye económica y militarmente al Gobierno iraquí.- Francia pone en duda la validez del mensaje
El secuestro que ha sometido a un vil chantaje a todo un país, Francia, al que se le exigió que derogara una ley aprobada por el Parlamento como condición para liberar a dos periodistas capturados en Irak, ha degenerado hoy en un crimen de lo más mundano: el grupo que lo mantiene cautivo ha dado un plazo de 48 horas para pagar un rescate de cinco millones de dólares.
El autodenominado Ejército Islámico de Irak, el mismo que había enviado los vídeos con imágenes de los periodistas a la televisión qatarí Al Yazira, ha enviado un mensaje a un sitio web — www.islamic-minbar.com— detallando sus demandas. Además, el grupo terrorista exige otras dos condiciones de índole política: que se dé tregua al líder de la red Al Qaeda, Osama Bin Laden, el terrorista más buscado del mundo, y el cese del apoyo económico y militar al Ejecutivo provisional iraquí tutelado por Estados Unidos.
El primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, ha señalado horas después de conocerse el mensaje que "no está constatada su validez", aunque pese a todo lo reciben "con seriedad". "Inspira mucho escepticismo" a los expertos, ha añadido a preguntas de la emisora de televisión alemana RTL.
El Gobierno francés lleva varios días avanzando el fin de este secuestro, apostando por "salidas posibles" y aferrándose a las "serias razones" que, según señalaba ayer el ministro de Exteriores, Michel Barnier, había para creerlo. La novia de Georges Malbrunot, uno de los rehenes, recibió de las autoridades francesas la información de que "hay acuerdo para que les liberen", pero se está retrasando a causa del "contexto de guerrillas" que se registra en el triángulo suní de Irak, la zona donde se supone que están los dos periodistas.
Christian Chesnot y Georges Malbrunot desaparecieron el pasado 22 de agosto cuando viajaban de Bagdad a Nayaf. Sus secuestradores exigieron al Gobierno francés que revocase la conocida como ley del velo, que prohíbe llevar esa prenda y todo símbolo religioso ostentoso en las escuelas públicas francesas. El curso escolar comenzó la semana pasada sin que Francia cediese al chantaje.
