EE UU niega a Alemania un testimonio clave en el juicio al primer condenado por el 11-S

El Tribunal de Apelación de Hamburgo (Alemania) ha abierto hoy juicio contra el marroquí Mounir El Motassadeq, acusado de complicidad en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Motassadeq fue condenado en febrero de 2003 a 15 años de cárcel pero el Supremo alemán anuló en marzo de este año la sentencia al considerar que no se había respetado plenamente su derecho a la defensa. Las autoridades estadounidenses han ofrecido colaborar con las alemanas aunque rechazan la posibilidad de que la justicia germana tome declaración directa de presos.

El presidente de la sala de la Audiencia territorial de Hamburgo, Ernst-Rainer Schudt, ha explicado que la fiscalía federal ha recibido un escrito de EEUU en el que se atendía a la petición de ayuda solicitada. Schudt ha subrayado que la ayuda ofrecida por EEUU no incluye poder tomar testimonio a Ramzi Binalshib, el presunto coordinador de los atentados del 11-S, retenido por las autoridades estadounidenses y considerado por la justicia alemana una de los testigos claves para obtener información sobre el papel desempeñado por Motasadeq en los ataques.

El fiscal federal, Kay Nehm, ha pedido repetidamente la declaración de Binalshib, a ser posible por videoconferencia, cuestión a la que las autoridades de EE UU no han accedido. La defensa de Motasadeq considera que las declaraciones por escrito hasta ahora aportadas de este testigo no son válidas, porque considera que fueron realizadas bajo tortura.

El Tribunal Supremo levantó en marzo la sentencia condenatoria que le fue dictada en 2003, en Hamburgo, y devolvió el caso a esa audiencia por considerar que no se evaluaron posible pruebas exculpatorias, como la declaración de Binalshib.

El acusado, de 30 años, fue el primer hombre en ser juzgado por los atentados terroristas más devastadores de la historia y fue condenado a 15 años de reclusión criminal por otra sala del mismo tribunal que ahora vuelve a juzgarle. Según los analistas Motassadeq tiene ahora muchas posibilidades de resultar absuelto.

Libertad bajo sospecha

El 8 de abril de este año el acusado quedó en libertad, después de que el Tribunal Regional Superior de Hamburgo decidiera que las acusaciones en su contra no justifican una detención preventiva.

Pese a su liberación, no hay ninguna duda de que Motassadeq estuvo muy cerca de la célula de Hamburgo. Casado con una ciudadana rusa convertida al islam, el padre de dos hijos comenzó a frecuentar a Mohamed Atta -jefe de los pilotos suicidas- en 1996. Además, ese mismo año estampó su firma en el testamento que ya en aquel entonces redactó quien después se pondría a los mandos de uno de los aviones del 11-S. Motassadeq también estuvo en uno de los campamentos de entrenamiento afgano de Al Qaeda.

Por todo ello, Motassadeq, que llevaba 28 meses detenido y recibió con comprensible regocijo su liberación, no es ningún dechado de virtudes. El Tribunal Regional Superior lo conminó a presentarse dos veces a la semana ante la policía y a no abandonar Hamburgo. También se le requisó su pasaporte.