El Ejército israelí evacua seis asentamientos ilegales de Cisjordania

El Ejército israelí ha desmatelado esta tarde en Cisjordania seis de los asentamientos de colonos judíos que considera ilegales. La medida afecta a un total de 15 pequeños enclaves, algunos de ellos deshabitados. Con este gesto, Ariel Sharon avanza tímidamente en la consecución de los compromisos adquiridos durante la cumbre de Áqaba con los palestinos.

Los soldados han comenzado a desmantelar las colonias en medio de la frustración e indignación de sus habitantes, que han prometido resistir a las excavadoras y grúas militares.

La decisión del Gobierno hebreo ha sido comunicada al Consejo de Asentamientos judíos por el ministro de Defensa, Saul Mofaz, tan sólo una hora antes de que la primera de las excavadoras se encaminara hacia el enclave de Nevé Erez Sur, próximo a Ramala. En pocos minutos ha retirado las dos casas prefabricadas que había en dicho enclave, deshabitado como otros diez de la lista de quince que Mofaz ha presentado a los colonos.

A diferencia de los asentamientos de mayor envergadura, estas colonias constan generalmente de algunas casas prefabricadas e instalaciones rudimentarias como un generador de electricidad y una torre de agua. Su importancia, no obstante, radica en que hay más de cien de estos enclaves y en que los colonos ven en su desmantelamiento un proceso irreversible.

La oposición de los colonos

El inicio de las operaciones de evacuación ha provocado la férrea oposición de los colonos. Cuando el Ejército procedía a desmantelar el segundo de los embriones, el de Amoná Norte, un grupo de colonos del vecino asentamiento de Ofrá, ha bloqueado el paso de la grúa y el Ejército se ha visto obligado a enviar refuerzos. No se sabe cuando se producirá la evacuación de los trece enclaves restantes, pero altos mandos han recomendado al Gobierno que se haga de forma conjunta para debilitar los posibles focos de oposición.

El problema de los asentamientos, sin embargo, no se resolverá con la medida puesta hoy en marcha . En Cisjordania y Gaza existen más de 170 colonias construidas con autorización del Ejecutivo israelí, pero que son consideradas ilegales por la Convención de Ginebra, que prohíbe la construcción de instalaciones civiles en territorios ocupados.

Diálogo con las grupos integristas

Por su parte, el primer ministro palestino, Abu Mazen, se ha mostrado hoy dispuesto a proseguir el diálogo con los grupos integristas, entre ellos Hamás, a fin de alcanzar el alto el fuego. "Ya hemos dicho ante el Parlamento que queremos el final de la Intifada militarizada y lo repetimos hoy y afirmamos nuestra determinación a proseguir el diálogo con los movimientos que nos han criticado sobre esta cuestión, pero no obligaremos a nadie" a participar en dicho diálogo, afirmó Abbas en rueda de prensa.

Estos grupos radicales, capitaneados por Hamás, lanzaron ayer una ofensiva armada contra Israel y mataron a cuatro soldados en el puesto fronterizo de Gaza y a un colono en Hebrón. Los ataques fueron asumidos de manera conjunta por Hamás, Yihad Islámica y Al Fatah, que aseguraron haber perpetrado las acciones armadas para desafiar los acuerdos de Áqaba.