Un pirata aéreo secuestra un avión turco con 200 pasajeros y se rinde tras llevarlo a Atenas

Un avión de la compañía aérea turca con 203 personas a bordo que volaba de Estambul a Ankara fue secuestrado poco después de las diez y media de la noche ayer por un joven turco que afirmaba ir armado con una bomba, según han informado fuentes oficiales de ese país. El secuestrador, que tenía como destino final Alemania, se ha dirigido en primer lugar a Atenas para repostar, y allí se ha rendido sin ofrecer resistencia tras negociar con las autoridades griegas.

El aparato, un Airbus 310 que realizaba el vuelo TK160 de Turkish Airlines, fue desviado de su ruta 20 minutos después del despegue hacia la ciudad costera turca de Izmir, desde donde luego se dirigió a la capital griega. En Atenas aterrizó poco después de las once de la noche de ayer. En un principio las autoridades griegas le habían negado el permiso, pero cedieron a las pretensiones del secuestrador, un joven turco de 22 años, porque el avión se estaba quedando sin combustible. Dos cazas de combate F-16 escoltaron el Airbus desde que entró en el espacio aéreo griego hasta que llegó a Atenas.

Por su madre y por su hermano

El secuestrador pretendía rellenar los tanques en Grecia y luego dirigirse a Berlín o Duesseldorf, según anunció un portavoz del control de tráfico aéreo alemán. Las autoridades griegas hicieron público que permitirían la salida del avión del aeropuerto de Atenas, pero precisaban además del permiso de Alemania, puesto que un avión no puede despegar si no tiene autorización para aterrizar en su lugar de destino. Además, Turquía había solicitado a Grecia que no permitieran la salida del aparato.

La CNN ha explicado de que el secuestrador, que según las autoridades griegas actuaba en solitario, pretendía con su acción llamar la atención sobre la situación de su madre y su hermano, prisioneros según ha declarado en un cárcel turca. Al parecer, el joven sufre una enfermedad mental, según ha informado la NTV.

El primer ministro, al teléfono

En el aparato viajaban nueve tripulantes y 194 pasajeros, entre ellos dos diputados del gubernamental Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) y uno de la oposición socialdemócrata (CHP), además de un ex ministro turco, según ha informado la CNN.

Precisamente la presencia de estos políticos puede haber sido clave para la resolución del secuestro. Pese a que algunas informaciones indican que las negociaciones fueron llevadas por las autoridades griegas en colaboración con las turcas, el ministro de Transporte de este último país, Binali Yildirim, ha afirmado que fue el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, el que convenció al secuestrado en persona para que se entregase a través del móvil de uno de sus diputados. Otras fuentes indican que el joven cedió después de que las autoridades griegas le prometiesen que no le entregarían a Turquía.

Todos los pasajeros desembarcaron sin haber sufrido daños una vez que el secuestrador permitió su liberación. El joven, por su parte, hizo un amago de resistirse al final, con el avión vacío, pero al final se entregó a la policía griega.