Reino Unido exigirá a los inmigrantes conocimientos de inglés y del país para obtener la nacionalidad
El Gobierno británico endurece las penas por la introducción ilegal de personas en el país
El Gobierno del Reino Unido se dispone a endurecer los requisitos a cumplir por los inmigrantes para obtener la nacionalidad británica y así convertirse en ciudadanos de pleno derecho. El ministro del Interior, David Blunkett, ha anunciado en la Cámara de los Comunes que los inmigrantes tendrán que demostrar que hablan inglés y superar un examen que concluya que saben cómo funciona la sociedad británica.
La reforma anunciada hoy y contenida en un Libro Blanco es la mayor sacudida a las leyes de inmigración de este país y pretende hacer más efectivo el proceso de concesión de asilo.
Según Blunkett, las medidas pretenden crear un país "abierto a la capacidad (de los individuos) y a la empresa, pero no a la explotación" y ha recalcado la necesidad de atajar el problema del ingreso clandestino en el país y el trabajo ilegal.
Entre las principales innovaciones que incluye la ley se encuentra el establecimiento de un examen sobre temas de ciudadanía a los aspirantes a nacionalizarse británicos, que deberán también prestar un juramento de lealtad a la Corona en una ceremonia similar a la que se celebra en Estados Unidos.
El Libro Blanco se propone también acelerar el proceso de tramitación de las solicitudes de asilo y crear un sistema, similar de nuevo al estadounidense, de "tarjetas verdes" para los trabajadores procedentes del extranjero.
Penás más duras
En paralelo, se endurecen las penas imponibles a quienes sean encontrados culpables de introducir a inmigrantes ilegales en el país, que podrían afrontar hasta catorce años de prisión.
Igualmente, se introducen nuevas medidas para luchar contra los matrimonios falsos, contraídos únicamente para permitir a uno de los esposos permanecer en el Reino Unido y que, según los cálculos del Ministerio del Interior, alcanzan los 10.000 anuales.
"Creo que es fundamental que la gente que viva en el Reino Unido de modo permanente sea capaz de adoptar un papel activo y pleno en nuestra sociedad", explicó Blunkett a los Comunes.
Según el ministro, "debemos valorar, promover y dar un contenido real a la adquisición de la nacionalidad británica y al proceso de integración".
Este es el sentido, ha explicado, de las nuevas ceremonias de nacionalización, que se celebrarán en los Registros Civiles u otros centros públicos.
En ellas, el nuevo ciudadano británico recibirá su pasaporte tras recitar el juramento de fidelidad a la Corona, que incluirá el siguiente pasaje: "Respetaré los derechos y libertades del Reino Unido. Mantendré sus valores democráticos. Observaré sus leyes con fidelidad y cumpliré mis deberes y obligaciones como ciudadano británico".
De este modo, asegura Blunkett, se evitará que convertirse en un ciudadano británico sea simplemente una cuestión de que "llegue un papel en un sobre marrón, al mismo tiempo que la factura del gas".
Conocimientos básicos de inglés
El ministro ha hecho también hincapié en que los nuevos nacionalizados cuenten con unos conocimientos básicos de inglés, ya que los inmigrantes que hablan este idioma con fluidez tienen un 20% más de posibilidades de encontrar trabajo.
"Al mismo tiempo, exigiremos conocimientos sobre la sociedad británica y nuestras leyes, valores, nuestras instituciones" para poder combinar con éxito "la integración y la diversidad".
Para facilitar la tramitación de las solicitudes de asilo, el ministro ha anunciado la creación de centros "de entrada" creados en el extranjero, con la colaboración de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde los desplazados legítimos "con necesidad de protección" puedan presentar sus solicitudes.
"Nuestros cambios al proceso garantizarán que las solicitudes se tramitan de modo justo y rápido, mientras que la gente que ha agotado el proceso y ha perdido el derecho legal de residir en el Reino Unido no se podrá quedar", ha explicado Blunkett.
Al aludir a las medidas contra los matrimonios falsos, el ministro ha indicado que se ampliará a dos años -actualmente es de uno solo- el periodo de prueba tras los esponsales.
En el año 2000, más de 38.000 personas obtuvieron el derecho de residencia tras contraer matrimonio con un ciudadano británico.
"Nuestros cambios no penalizarán a aquellos que mantienen una relación auténtica pero establecerán un periodo más largo para demostrar lo genuino de un matrimonio y aumentará la posibilidad de detectar cualquier matrimonio que sea fraudulento", ha insistido el ministro.
En el año 2000 se presentaron 76.040 solicitudes de asilo político en el Reino Unido y se concedieron 10.190, además de otros 11.365 casos en los que no se concedió el estatuto de refugiado al solicitante pero se le permitió continuar en el país por causas excepcionales.
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