Aznar y Verhofstadt destacan el símbolo histórico del euro en el camino de la UE

El presidente de España y el primer ministro belga han coincidido hoy en destacar el símbolo que supone el euro en el camino recorrido hasta ahora por la UE, en el acto del traspaso de la Presidencia europea celebrado en Bruselas, presidido por los Reyes de ambos países y al que ha asistido también el presidente de la Comisión, Romano Prodi.

En el acto, en cuyo transcurso se celebraron los 2002 minutos que restaban a las 14.38 hora local (14.38 en España) para la introducción del euro, el jefe del Ejecutivo español, José María Aznar, ha recibido de manos de su homólogo belga, Guy Verhofstadt, la bandera de la UE, como símbolo de la entrega del testigo de la Presidencia comunitaria.

En su intervención, Aznar ha subrayado la importancia del euro como símbolo de la fuerza de la UE y ha considerado a la moneda única como "la semilla del liderazgo" que desean los Quince en el mundo.

Tras rendir homenaje a los creadores del sueño europeo y destacar las dificultades que ha habido que superar desde entonces, el presidente español ha hecho hincapié en que ese camino sólo ha sido posible "con el consenso y el compromiso". Para Aznar, la mejor prueba de ese consenso es el euro, moneda que ha calificado de "una apuesta por la estabilidad".

"El euro, la mejor arma de futuro"

"Es mucho lo que hemos conseguido ya, pero no es menos lo que queda por hacer, y en el euro tenemos nuestra mejor arma de futuro", ha añadido Aznar, quien ha apostado por ser ambiciosos para seguir impulsando reformas, fortalecer el espacio judicial y dar la bienvenida a los países candidatos para avanzar en "la gran operación histórica de la reunificación" europea.

Aznar ha considerado un "privilegio" que España presida la UE en el momento de la introducción del euro y ha indicado que el objetivo de ese semestre de presidencia se resume en el lema Más Europa.

Por su parte, Verhosfstadt se ha referido también a la importancia del euro, que, a su juicio, simboliza "la convergencia de las economías, una gran estabilidad política y una voluntad demostrada de compartir el mismo destino".

Tras hacer un breve recorrido por la historia del franco belga y de la peseta, Verhofstadt ha aludido al "entusiasmo" con que han acogido los europeos los euromonederos durante las últimas semanas y ha indicado que eso prueba que se ha aceptado "sin reservas" la nueva moneda.

El primer ministro belga ha expresado en español su satisfacción por el hecho de que sea España quien releve a su país al frente de la presidencia de la UE, ya que ha considerado a este país como símbolo de "todo lo que Europa quiere alcanzar: un desarrollo rápido, una democracia estable y abierta y una de las economías mejor enfocadas hacia el futuro".

La ampliación, un proceso "irreversible"

Romano Prodi ha aludido también al momento histórico que supone la puesta en circulación del euro, ha calificado de "irreversible" la ampliación comunitaria y ha ofrecido a España su colaboración institucional en el desarrollo de la presidencia de la UE.

En el acto, en el que se han interpretado los himnos nacionales de España y Bélgica, la coreografía de unos jóvenes pertenecientes al Circo en Movimiento ha simbolizado el paso del tiempo hacia la inminente llegada del euro a la vida cotidiana de los europeos y una coral ha cantado el himno europeo y la obra Paz, compuesta por Dirk Brossé.

Además, otros dos jóvenes, un belga y una española han negado el supuesto desinterés de los ciudadanos europeos de su edad por la Unión Europea y abogaron por trabajar para hacer realidad el lema Más Europa de la presidencia española de los Quince.

Entre otros asistentes al acto se encuentran el Príncipe Philippe de Bélgica; el vicepresidente segundo del Gobierno español y titular de Economía, Rodrigo Rato; el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué; y los presidentes de los Bancos centrales de España y Bélgica como representantes del denominado eurosistema.

El Rey Juan Carlos y Aznar han asistido junto con el Rey Alberto y el primer ministro belga a una recepción posterior celebrada también en el Palacio Real de Bruselas, tras la que emprenderán viaje de regreso a España.