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'OPERACIÓN LIBERTAD DURADERA'

Japón y Holanda colaborarán en la operación de castigo contra Afganistán

En una decisión histórica, Koizumi envía tres barcos de guerra a pesar de la constitución pacifista nipona

La operación Libertad Duradera, lanzada por EE UU contra Afganistán en respuesta por los atentados del 11 de septiembre, tendrá a partir de hoy dos nuevos aliados. El primer ministro holandés, Wim Kok, ha anunciado el envío de entre 1.200 y 1.300 soldados, mientras que Japón, en una decisión histórica, ha enviado tres barcos militares hacia el Océano Índico en apoyo de la operación contra el régimen de Kabul.

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Los tres barcos de la Marina japonesa han partido hoy del puerto de Sasebo hacia el océano Indico en la primera misión bélica nipona en el extranjero desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1945). A pesar de que la Constitución nipona renuncia expresamente a la guerra y sólo contempla el derecho de respuesta, dos destructores con dos helicópteros cada uno y un barco cisterna han salido a primera hora con destino al Índico como avanzadilla de un nuevo convoy militar que será enviado la semana que viene.

El primer ministro japonés y comandante en jefe de los militares, Junichiro Koizumi, ha aprovechado las simpatías populares y el apoyo político con que cuenta en el Parlamento para superar los obstáculos que le planteaba la Constitución pacifista de 1947, que incluye la renuncia expresa de este país a la guerra como medio para solucionar conflictos internacionales.

Según la Agencia de Defensa esta primera avanzadilla de tres barcos se dedicará únicamente a labores de reconocimiento y recogida de información pero se espera que la próxima semana Koizumi apruebe un segundo envío cuya misión serán las tareas de inteligencia, transporte y apoyo en la retaguardia del frente que EEUU dirige contra el régimen Talibán en Afganistán.

La marina japonesa tiene prohibido participar en operaciones militares ofensivas pero puede repeler cualquier ataque que reciban ellos o quienes estén bajo su responsabilidad.

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Unos 700 hombres

La flotilla enviada está dirigida por el almirante Hirotaka Honda, y está compuesta por unos 700 marineros y tiene como destino final la isla británica de Diego García, desde donde desplegará sus acciones en el océano Indico.

La policía japonesa ha tenido que vigilar las reacciones contrapuestas que la partida de las naves ha producido, de un lado la de los grupos de ultraderecha que en varios autobuses con grandes altavoces han puesto a toda potencia viejas marchas militares, y de otro la de decenas de pacifistas que han pedido a gritos y con pancartas a Koizumi que Japón no vaya a la guerra.

Dos embarcaciones de manifestantes han tratado de bloquear sin éxito la salida de la flota antes de ser interceptados por los guardacostas.

Con las limitaciones impuestas a la misión militar la administración Koizumi ha intentado acallar las críticas del resto de los países de Asia, principalmente de China y Corea del Sur, que ven en la participación japonesa en la lucha contra el terrorismo una excusa para el rearme del país.

El Gobierno japonés ha dejado fuera de la misión a sus dos destructores más avanzados, provistos del sistema de guía de misiles aéreos "Aegis", ante las críticas de la oposición a que con esas naves se excedan las limitadas pretensiones de una operación de apoyo logístico.

Durante más de cinco décadas Japón ha interpretado el Artículo 9 de la Constitución, que contiene la renuncia a la guerra y al uso de la fuerza, como un veto a la participación del Ejército japonés en sistemas defensivos y de seguridad colectivos o internacionales.

A pesar de esta limitación el Parlamento aprobó definitivamente tres leyes antiterroristas el pasado día 29 que autorizan al primer ministro a enviar tropas al extranjero para participar en acciones bélicas.

Soldados holandeses

Por otra parte, el primer ministro holandés, Wim Kok, ha anunciado hoy que Holanda contribuirá con "entre 1.200 y 1.300 soldados" a la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán.

Kok ha añadido que los soldados holandeses no estarán involucrados en "operaciones bélicas", y que su participación se llevará a cabo "por mar y aire".

Según el primer ministro, Estados Unidos ha solicitado a Holanda que además ponga a disposición de la coalición internacional tres fragatas, un submarino, seis aviones F-16 y un avión de transporte.

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