El Parlamento aprueba el procesamiento de Wahid por corrupción
4.000 manifestantes que pretendían entrar en el Parlamento han depuesto su actitud tras un ultimátum policial
La votación ha salido adelante con 365 diputados a favor de destituir a Wahid, cuatro en contra, 39 abstenciones y 92 ausencias. Entre los ausentes estaba el Partido del Despertar Nacional de Wahid (PKB), que ha intentado reventar la votación por dos veces y al final ha optado por abandonar el parlamento.
"Este proceso es ilegítimo y no queremos formar parte de él", ha dicho el portavoz del PKB, y a continuación los 51 diputados del partido se han levantado y han abandonado la sala.
Entre las abstenciones ha estado la del cuerpo castrense, que mantiene 38 escaños como un privilegio heredado de la época de Suharto.
A pesar de la votación, Wahid, que lleva en el cargo tan sólo 19 meses, ya dijo anoche que no pensaba "dimitir ni de proclamar el estado de emergencia civil".
La Fiscalía no ha hallado pruebas incrimintarias contra Wahid
Expertos en asuntos constitucionales consideran improbable que se pueda convocar antes de dos meses la sesión especial en la Asamblea Consultiva del Pueblo, el máximo órgano legislativo de Indonesia y el único con potestad para nombrar y destituir los jefes del Estado.
La vicepresidenta Megawati Sukarnoputri, cuyo partido, el mayoritario del Parlamento, votó en contra del mandatario, sustituirá en sus funciones a Wahid si lo destituyen.
Cerco al Parlamento
La votación puede endurecer los violentos enfrentamientos que en los últimos días han mantenido con la policía los partidarios de Wahid. Después de varias jornadas de combates en las calles, más de 4.000 seguidores del presidente han intentado entrar esta mañana en el Parlamento, pero la firmeza policial les ha hecho deponer su actitud.
El fin del cerco al Parlamento ha llegado después de que la policía lanzara un ultimátum a los manifestantes, que habían superado ya una de las tres líneas de control establecidas alrededor de la Cámara. Antes, las fuerzas del orden habían tenido que disparar y lanzar granadas de gases lacrimógenos para controlar a la turbamulta.
Los disturbios también están siendo de especial dureza en el feudo de Wahid en la ciudad de Pasuruan, en el este de la isla de Java. Uno de los seguidores del presidente ha muerto hoy tras ser alcanzado en el pecho por un disparo de la policía. Además, otros cuatro han resultado heridos cuando los agentes trataron de disolver las protestas. Los manifestantes emplearon bombas caseras contra las fuerzas policiales.
Soborno y apropiación indebida
En los últimos días, el jefe de Estado había ofrecido compartir el poder a la vicepresidenta Megawati Sukarnoputri, líder del Partido Demócrata de Indonesia (PDI-L), que cuenta con 163 escaños. Sin embargo, ayer mismo Sukarnoputri rechazó cualquier tipo de transacción con Wahid. Los parlamentarios del PDI-L han votado, por tanto, a favor del procesamiento junto con los 120 del Golkar, el partido fundado por el general Suharto, histórico líder del país.
Indonesia se ha visto convulsionada en los últimos meses por este proceso, que podría culminar con la destitución de Wahid, quien hoy mismo ha inaugurado en Yakarta la reunión del G-15, grupo que reúne a los más importantes países en desarrollo.
Esta misma semana, la Fiscalía General declaró no haber encontrado pruebas incriminatorias contra el mandatario, lo que ha encrespado más aún a los partidarios de Wahid, cuyas manifestaciones está semana han tenido que ser disueltas en muchas ocasiones a tiros por las fuerzas del orden.
Wahid, un musulmán moderado de 60 años y casi ciego es el primer presidente elegido democráticamente en el país. Indonesia, un inmenso archipiélago con 210 millones de habitantes que le convierten en el cuarto país más poblado del mundo, es una pieza clave de la estabilidad en el sudeste asiático.
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