Los abogados del fugitivo Ronnie Biggs recurren su encarcelamiento
A Biggs le quedan por cumplir 28 años de la pena de 30 a la que fue condenado en 1964 por el celebérrimo robo del tren de Glasgow. Un botín de 800 millones de pesetas al cambio actual le hizo famoso entonces. Su posterior fuga le convirtió en un símbolo.
El pasado lunes, auspiciado por el diario sensacionalista The Sun, el anciano ladrón volvía a tierras británicas para ser inmediatamente encarcelado en la prisión londinense de Belmarsh. Su precario estado de salud, menguado por sucesivos ataques cerebrales que le han dejado prácticamente sin habla, es el principal argumento de su defensa para presentar el recurso.
Por su parte, la familia de Biggs ha explicado en una declaración pública que van a preguntar a la justicia si "es justo o necesario" que la condena se cumpla íntegramente.
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