Brasil logra frenar el hundimiento de la plataforma petrolera incendiada el jueves
El complejo de Petrobras, que sufrió un accidente el jueves, almacena cerca de 1,5 millones de litros de petróleo
La empresa brasileña ha informado de que la inclinación de la plataforma fue reducida de 24 a 22 grados mediante la inyección de 4.100 toneladas de nitrógeno en el pilar damnificado por el siniestro, cuyas causas no han sido determinadas. Al parecer, y según directivos de la empresa, las tres explosiones registradas en una de las columnas de la plataforma P-36 fueron causadas por un escape de gas de grandes proporciones.
La P-36 tiene una altura comparable a la de un edificio de 40 pisos, 31.400 toneladas de peso y sus depósitos almacenan cerca de 1,5 millones de litros de petróleo, por lo que su hundimiento hubiera provocado una catástrofe en la zona.
Para evitarlo, doce navíos y alrededor de 50 buzos han trabajado desde el jueves pata mantener a flote el complejo aplicando inyecciones de sustancias químicas (200.000 litros de nitrógeno por hora) en los compartimentos inundados de los cuatro pilares de los que deben retirar el agua. Once técnicos de la empresa holandesa Smit, especializada en recuperar embarcaciones inundadas, llegaron ayer a la zona del accidente junto con 50 toneladas de equipos.
Lo que parecía una maniobra casi imposible por la falta de tiempo y la inestabilidad de la estructura se ha conseguido hoy gracias a la expulsión del agua que había inundado parcialmente la gigantesca estructura.
En la operación de estabilización realizada hasta el momento, los técnicos han logrado retirar 700 toneladas de agua de la plataforma, pero los expertos calculan que para que el complejo se estabilice por completo deben extraerse por lo menos 4.000 toneladas.
"La empresa trata asimismo de rescatar los cuerpos de los nueve trabajadores desaparecidos" a los que Petrobras da por muertos. Hasta el momento, el equipo de peritos tan solo ha encontrado uno de los cuerpos desaparecidos en el interior de una de las columnas de apoyo de la plataforma.
Fuentes de Petrobras informaron de que tres ingenieros entraron en la plataforma afectada y comprobaron que la columna donde estaban trabajando los desaparecidos (todos de la brigada contra incendios) estaba completamente inundada, por lo que no hay posibilidad de que haya sobrevivientes.
En total son diez los fallecidos en el accidente, y otro trabajador se debate entre la vida y la muerte debido a las quemaduras, que afectan al 98 por ciento de su cuerpo.
La plataforma petrolera, considerada la mayor del mundo, es una de las 72 que funcionan en la cuenca marítima de Campos, a 120 kilómetros de la costa de Río de Janeiro. Fue instalada hace diez meses y aunque su capacidad máxima de rendimiento era de 180.000 barriles diarios de crudo, trabajaba a un ritmo de 84.000 unidades, equivalentes a un 5 por ciento de la producción brasileña.
Un total de 175 personas trabajaban en las instalaciones, valoradas en 500 millones de dólares por Petrobras.
La prensa local ha recordado que este siniestro es uno más de una larga serie de accidentes en instalaciones de la entidad que han ocasionado desastres ecológicos en ríos y selvas del país en los últimos doce meses.
La empresa brasileña ha anunciado recientemente un plan de 1.800 millones de dólares para aumentar la seguridad laboral de sus trabajadores.
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