UN ASUNTO MARGINALColumna
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La guardiana de los secretos
Los casos de Maxwell y Epstein permiten vislumbrar el ambiente sórdido en que se anudan política, finanzas y espionaje

Recuerdo a Ghislaine de mis años en Londres. Hablé con ella una sola vez, junto con otros periodistas. Era simpática y a la vez arrogante; lo normal, supongo, tratándose de la hija favorita, o al menos la única no sometida a humillaciones públicas, de un magnate tan asombroso y cruel como Robert Maxwell....
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