Luis Antonio Ruiz, presidente de JLR: “Trabajamos en mejorar el impacto ambiental”

Nacido como un modelo dentro del porfolio de Land Rover, Range Rover cosechó tal éxito que acabó definiendo un segmento nuevo: el del todoterreno de lujo. “Su personalidad era tan fuerte que se ha convertido en una marca propia”, afirma Luis Antonio Ruiz, (Madrid, 1964), presidente de JLR (la nueva denominación del grupo automovilístico británico Jaguar Land Rover). Si algo define a Range Rover es su posicionamiento en el segmento más alto del mercado. “Probablemente, es el coche más lujoso que existe. No hay otro igual, no tiene parangón. Es un coche que se dibuja con tres trazos. Es un diseño simple, pero muy elegante y lujoso”.

Frente a otras tendencias más recargadas, Range Rover apuesta por la atemporalidad. “La arquitectura modernista sigue siendo bonita y moderna porque sus diseños son simples”, argumenta Ruiz. “Si haces algo más complejo, algo más churrigueresco, la gente se cansa rápido de verlo. Es muy empalagoso, por decirlo de alguna manera”.

En la actualidad, la conciencia ambiental y la responsabilidad social son imperativos ineludibles. Hace cuatro años, JLR dio un paso adelante con su estrategia Reimagine para abordar estos desafíos de manera proactiva. Con este plan, la empresa no solo busca redefinir la esencia única de cada una de sus marcas bajo el enfoque House of Brands, sino que también pretende transformar la noción del lujo automotriz y posicionarse como líder mundial en sostenibilidad.

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Reimagine ha implicado una inversión de 17.000 millones de euros dirigidos hacia la electrificación y la implementación de nuevas tecnologías. El objetivo principal es lograr la neutralidad de emisiones de carbono en toda su cadena de suministro, productos y operaciones antes de 2039. “Tenemos extensas áreas de paneles solares en nuestras fábricas del Reino Unido y Eslovaquia, y estamos reduciendo nuestra dependencia de energía eléctrica convencional. Además, nos estamos moviendo hacia fuentes de energía más reciclables y sostenibles. También estamos trabajando en mejorar el impacto ambiental de toda la red de JLR, lo que incluye a nuestros proveedores y concesionarios. Es un plan muy ambicioso y complejo, pero está bien estructurado”, señala Ruiz.

En esta ruta hacia la sostenibilidad, la transición hacia los vehículos eléctricos es una realidad inevitable. Range Rover ya anunciando su versión eléctrica para el próximo año, pero, hasta que llegue ese momento, la compañía apuesta por los híbridos enchufables como puente. “Nuestros híbridos ofrecen una autonomía eléctrica de más de 120 kilómetros, lo que significa que en el uso diario funcionan prácticamente como un eléctrico”, dice Ruiz. “Sin embargo, también tienen la ventaja de no depender de puntos de recarga, algo que todavía es un problema en muchos lugares. Estamos convencidos de que el coche eléctrico llegará a ser la norma en el futuro, pero, mientras tanto, los híbridos enchufables son la solución”.

Con casi 15 años de experiencia en JLR, Ruiz ha sido testigo directo de muchas de las transformaciones de la compañía. Entre los modelos míticos, el primer Land Rover se alza como su favorito. “Fue el pionero, el que sentó las bases para lo que vendría después. Un coche que, hoy en día, sigue recorriendo nuestras calles, demostrando su robustez y atemporalidad”. Pero la mirada de Ruiz no se detiene en el pasado. Viaja al futuro, donde vislumbra un horizonte electrizante con el Range Rover como protagonista. “Va a marcar un hito”, asegura con entusiasmo. “Será el primer eléctrico de la marca, un vehículo que, a pesar de su naturaleza, te permite vadear un río hasta un metro de profundidad sin perder ni un ápice de su capacidad todoterreno. Sin duda, será el pistoletazo de salida para la electrificación de JLR”, afirma con un brillo en los ojos.

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