El reloj que elevó los materiales industriales a la categoría del lujo

Aluminio y caucho. Con estos materiales inesperados, más propios de la industria y la construcción que del mundo del lujo, la casa Bulgari dio forma en 1988 a una de las piezas más modernas y rompedoras de la relojería: Bulgari Aluminium, un reloj de espíritu deportivo, con una gráfica combinación en blanco y negro, capaz de acompañar a una generación en los noventa y transcender a las siguientes. Porque si algo caracteriza a los nuevos modelos reeditados en 2020 es su capacidad para estar por encima de cualquier época, edad, género o tendencia.

“Las obras maestras se imponen entre la multitud desde su aparición y perduran para siempre”, apunta el director de relojería de Bulgari, Antoine Pin. “Bulgari Aluminium, además de contar con un diseño que es toda una obra maestra, representa un hito en la historia de la industria relojera gracias a su autenticidad y a la combinación de materiales industriales”. También representó un antes y un después en los anales de la propia firma de joyería. Por un lado, la elección de estos componentes subrayaba la confianza de Bulgari en su propia maestría, capaz de descontextualizar y trabajar cualquier materia y colocarla al nivel de su famosa cartera de metales y piedras preciosas. Por otro, este diseño innovador e irreverente, capaz de romper las barreras entre la alta joyería y los relojes deportivos, sentaba las bases de una filosofía: los límites están para transgredirlos y las convenciones, para cuestionarlas.

Otra de las peculiaridades de este reloj de altos vuelos –la librea del avión Jumbo jet 747 de Alitalia se tiñó de los colores del reloj con motivo del lanzamiento–, es que, sin pretenderlo, adquirió una dimensión unisex poco habitual en aquel entonces, cuando el tamaño de la caja solía determinar el género de la pieza. Razón por la que, veinte años después, continúa siendo un modelo actual y provocador por naturaleza.

Los tres modelos que conforman la nueva familia Bulgari Aluminium –esfera negra, esfera blanca y chronograph de 40 mm–, recuperan el legado transgresor y elegante de la firma italiana y se adaptan al presente con sutiles cambios en su silueta. Así, el movimiento de cuarzo mecatrónico se ha sustituido por un movimiento mecánico de cuerda automática totalmente integrado, fruto de la manufactura Bulgari, que convencería (y tranquilizaría) al mismísimo Cortázar.

En cuestión de comodidad, la nueva forma de las agarraderas se adapta al tamaño de la caja, ajustándose mejor a nuestra muñeca. También los materiales han cambiado ligeramente, con una aleación de aluminio más resistente y un caucho mejorado. El resultado de todo ello es un reloj inteligente y elegante, que coquetea con los límites de la sofisticación y la deportividad, para vestir cualquier muñeca y cualquier ocasión.