Lo nuevo de Versace es una ‘sneaker’ futurista y arqueológica no apta para tímidos

No es raro que Gianni Versace incorporara por primera vez la greca a sus colecciones a finales de los ochenta; en aquella época, la firma de moda que había fundado casi una década atrás enfilaba sus años de gloria gracias a una irrepetible simbiosis estética: provocación, sexualidad y descaro, sí, pero también una relectura del clasicismo y de la antigüedad a través de sus ornamentos. Con el cambio de década, el Versace rockero empezaba una convivencia estable con el Versace arqueólogo, y de aquella unión nacerían los iconos más recordados de la casa. En 1990 el nuevo logo de la casa, con una cabeza de Medusa como la que decoraba la sede milanesa de la firma, se estrenaba rodeada por este motivo geométrico basado en una línea continua que va trazando ángulos en forma de U. Desde entonces, la greca se convirtió en un elemento imprescindible del lenguaje de Versace, que la plasmó en prendas, joyas, muebles, vajillas e incluso modelos de automóvil.

Esta temporada, Versace recupera este motivo y lo convierte en el hilo conductor de una nueva colección de sneakers que aspiran a fusionar pasado y futuro con el mismo temple del que hacía gala el fundador de la casa. Las Trigreca son, como su nombre indica, zapatillas deportivas que incorporan la greca clásica en tres sitios: la suela, la entresuela –es decir, la franja lateral– y la puntera. Los guiños no acaban ahí; el estampado del empeine es un mapa de Milán –la sede de Versace– y en la suela hay escondida una Medusa.

Sin embargo, la nostalgia es solo uno de los ingredientes de esta zapatilla que, por lo demás, es un reflejo genuino de lo que se le pide a una sneaker cuando creíamos haberlo visto todo: un sistema de amortiguación propio, una forma agresiva y llamativa, detalles montañeros, colores brillantes y un sinfín de detalles que la convierten en una golosina visual y en un ejercicio de maximalismo gozoso. No en vano la firma que hoy capitanea Donatella Versace siempre ha sido pionera a la hora de lograr que el público se replantee sus ideas preconcebidas acerca del gusto, la belleza o lo apropiado. Eufóricas y excesivas, las Trigreca, que se estrenan esta temporada y que salieron a la venta en otoño presumen sin atisbos de timidez y vuelven a demostrar que una zapatilla bien diseñada puede provocar emociones fuertes. Esta lo consigue.

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