Las pasarelas de moda flamenca arrancan la temporada agitadas

El sector de la moda flamenca anda agitado. Todos rechazan hablar abiertamente de guerra, pero la entente cordial que había soterrado la rivalidad entre las dos principales pasarelas de la capital sevillana, El Salón Internacional de la Moda Flamenca (Simof) y We Love Flamenco, ha saltado por los aires con la decisión de la primera de adelantar las fechas de su programación solapando durante dos días los desfiles de ambas. El cisma se evidencia en las reacciones de los organizadores de ambos eventos sobre esta coincidencia: mientras que para Doble Erre, la empresa que coordina Simof desde que se constituyera hace 29 años, se contempla como “una oportunidad que enriquecerá a todo el sector y que va a permitir que se retroalimente no solo el mundo de la moda flamenca y sus diseñadores, sino la propia oferta cultural de Sevilla”, para Go! Eventos y Comunicación, impulsora de We Love, la decisión “perjudica claramente a los diseñadores y al programar actos de la misma naturaleza en la capital se limita su repercusión mediática porque ni los medios, ni los influencers pueden acudir a dos presentaciones que suceden a la vez, pero tampoco las clientas”.

El pasado mes de junio, el Ayuntamiento de Sevilla y la agencia de moda y representación Doble Erre anunciaron que la 29ª edición de Simof se celebraría entre el 18 y el 24 de febrero, lo que suponía un adelanto en su calendario tradicional, circunscrito a la última semana de ese mes. “El cambio obedece exclusivamente que la Feria de Abril empieza muy pronto este año y a la petición de los diseñadores de adelantar los desfiles para tener más tiempo para la producción y la venta”, explica Raquel Revuelta, responsable de Doble Erre. La decisión implica que el arranque de este salón internacional, el principal y más veterano escaparate de la moda flamenca en España, coincide con los dos últimos días de la programación de We Love Flamenco, una pasarela que en 2024 cumple 12 años de vida y que en esta década se ha consolidado como una de las citas indispensables de la moda flamenca nacional. “La realidad es que siempre hemos celebrado la pasarela en la misma fecha porque es la única que nos ofrece el Hotel Alfonso XIII, podrían habernos consultado para tratar de cambiarlas”, sostiene Javier Villa, CEO y socio junto a la exmodelo Laura Sánchez de Go! Eventos.

El sector de la moda flamenca está experimentando una paulatina profesionalización —que se paró abruptamente durante la pandemia― que ha derivado en una salida de la clandestinidad de buena parte de la mano de obra que trabajaba de manera irregular y un intento por ensanchar el corsé de la estacionalidad —esa es otra de las lecciones aprendidas durante el confinamiento― y diversificar sus productos ampliándolos a ropa de fiesta y de calle. Sin embargo, los diseñadores aún viven para y por las ferias, sobre todo la de Abril. La necesidad de mejorar la producción y atender a las demandas de las clientas ha provocado que muchos reclamen un adelanto de la época de los desfiles para ganar tiempo a la hora de confeccionar y dar salida a sus creaciones.

Moda flamenca por Navidad

El hecho de que la Feria de Abril este año sea temprana —se celebra del 14 al 20 de ese mes― les ha cargado de razones. Simof organizó una votación entre sus socios para determinar la fecha. “Fibes [el salón de exposiciones y congresos del Ayuntamiento donde se celebra Simof] propuso varias fechas: quedarse como siempre, antes de Navidad o la actual”, explica Revuelta. Varios diseñadores consultados, que prefieren guardar el anonimato, aseguran que la fecha más votada fue la prenavideña, pero que ante todo se solicitó que la pasarela no coincidiera con We Love.

“El año pasado un porcentaje muy alto eligió antes de Navidad, pero los productores de tejidos no quieren que sea tan pronto”, indica Pedro González, presidente de Qlamenco, una de las dos asociaciones de diseñadores de moda flamenca y director artístico de Simof. Pablo Retamosa, diseñador y responsable de LunarOff, una plataforma constituida para mejorar las condiciones empresariales y laborales del sector, sí tiene claro que ese es el modelo que se va a imponer: “Vamos a un adelanto de las pasarelas, la mayoría queremos hacer los desfiles previos a las Navidades, porque es lo que nos reclaman los clientes”

Revuelta sostiene que el adelanto de la fecha de Simof obedece a una decisión “puntual”, pero no cierra de manera tajante la puerta a que ese cambio de fecha no pueda mantenerse. “Si es enriquecedor para todos, podría plantearse como algo definitivo. Podría dar lugar a una semana internacional de la moda flamenca”, sostiene. Pilar Vera, presidenta de Mof&Art (la Asociación de Diseñadores de Moda y Artesanía Flamenca de Andalucía), está convencida de que el adelanto de Simof debería consolidarse. “Igual no solaparse con la otra pasarela, pero me parece que es un acierto para el sector”, apunta.

Mientras los organizadores de Simof sostienen que no hay motivo para hablar de rivalidad —”Más que una competencia, lo que estamos haciendo es avanzar por seguir haciendo de la moda flamenca un producto importante”, dice González―, desde We Love sí ven en el cambio de fechas una intención de reavivar la llama de ese duelo soterrado. “Ese movimiento es para hacer daño. Quieren compararlo con las semanas de la moda internacionales, pero allí los desfiles no coinciden porque la directora de Vogue tiene que estar en todos”, sostiene Villa. “Esto perjudica al sector y a los propios diseñadores”, zanja.

Simof y We Love son los principales escenarios donde los diseñadores muestran sus apuestas para la temporada, y aunque comparten bastantes similitudes, también tienen muchas diferencias. Simof es una feria de carácter público -pertenece al Ayuntamiento de Sevilla-, que alrededor de los desfiles aglutina stands donde los diseñadores y artesanos muestran y venden sus creaciones, organiza actuaciones y otros eventos -este año celebra el certamen de Escuelas de Baile-, además de la entrega de los premios Flamenco en la Piel. We love es una pasarela privada -esta edición es la primera en la que cuenta con el patrocinio del consistorio hispalense y del de Huelva- que se circunscribe a desfiles en el Salón Real del hotel Alfonso XIII, algunos de ellos benéficos, y que, en esta edición, también incluye un concierto y el premio Flamentex a la Creatividad.

Expectación entre los diseñadores

“Hay muy buena costura en ambos desfiles. El formato es muy similar, Simof lleva 30 años y es pionero, pero We Love tiene una ubicación muy bonita y el desfile es mucho más cercano”, señala González. “Los diseños son más tradicionales en We Love y más arriesgados en Simof”, apostilla Retamosa. Él sabe de lo que habla porque presenta colecciones —”muy diferentes”― en ambas pasarelas y, precisamente, ha sufrido ese solapamiento de fechas. “Hemos tenido que cambiarlas para no coincidir”. Él es de los diseñadores que no ven ninguna ventaja en el adelanto de fechas de Simof. “Esto influye negativamente porque las clientas, los medios de comunicación, los influencers y los blogueros no pueden ir a todo, pero también en el casting de modelos que no es muy amplio en Sevilla. Todo es para peor. Hay una guerra interna entre ambas pasarelas, pero a quienes nos afecta es a los diseñadores”, cuenta.

Rocío Peralta que ha desfilado en ambas pasarelas y que este año con ocasión de su 15º aniversario va a hacerlo de manera independiente, es menos beligerante. “No entro en polémicas, lo importante es que los diseñadores puedan presentar sus trabajos”, sostiene. Una opinión similar a la de Vera “Creo que no nos va a afectar en nada, cada diseñador tiene su público y todo tiene cabida”, apunta la diseñadora, que desfilará en Simof.

Como Peralta, la mítica Lina1960 por segundo año presentará su colección al margen de las dos pasarelas principales. “Decidimos hacerlo así porque nos garantizábamos una cercanía y una atención personal con nuestras clientas que no nos proporcionaban las pasarelas”, señala Rocío Montero, una de las responsables de la casa. La diseñadora, que también ha participado en ambas pasarelas, considera que lo esencial es que los creadores “se adapten al ritmo que manda el mercado, y que cada uno pueda expresarse y resaltar su creatividad”.

En medio de la aparente reanudación de las hostilidades entre estos dos escenarios de la moda flamenca, Retamosa cree que al final la opción de Lina es la que adoptarán el resto de diseñadores: “Cada uno elegirá su ubicación y su horario, como ocurre en París, o Madrid, dentro de una misma semana”. Montero es más práctica. “Habrá que esperar y ver si esto al final beneficia, igual que antes era impensable que hubiera una pasarela de flamenco y ahora tenemos dos”. Veremos.