Ernesto de Hannover retira la demanda contra su hijo
El conflicto entre ambos incluye la lucha por varias de sus propiedades más emblemáticas, como el castillo de Marienburg
El enfrentamiento entre el príncipe Ernesto Augusto de Hannover y su hijo mayor, también de nombre Ernesto Augusto, que debía enfrentar a los dos aristócratas ante un juez de Hannover destinada a poner fin a una amarga batalla judicial, se ha iniciado este jueves con la ausencia de ambos protagonistas en el Tribunal Regional de Hannover y con una noticia que reflejó el estado financiero del famoso príncipe y todavía jefe de la casa Guelfa.
Poco antes de que se iniciara el juicio, que tiene como fin resolver quien de los dos aristócratas (padre o hijo) se queda con la herencia de la Casa y, en especial, del pintoresco castillo de Marienburg, una portavoz anunció que el príncipe había retirado la denuncia en contra de su hijo.
Desde hace años, Ernesto Augusto, príncipe de Hannover, se estaba peleando con su primogénito por la posesión del citado castillo, en el norte de Alemania, y le había acusado de haber cometido el pecado de “gran ingratitud” a causa de la decisión del heredero de vender la propiedad por la suma simbólica de un euro al gobierno de Baja Sajonia.
Según la portavoz del Tribunal Regional de Hannover, el príncipe vendió sus derechos a la empresa Salzburg EAH Betreibungs GmbH, una decisión que también le libra de pagar los altos costes del juicio, estimados en unos 600.000 euros. La venta de los derechos de la demanda abre la puerta a que la empresa de Salzburgo pueda obtener como recompensa parte de los bienes en disputa si gana el juicio.
El juez presidente de la sala civil responsable, Stefan Heuer, expresó su preocupación jurídica por la asignación: “A partir de hoy, desestimaríamos la demanda”, dijo.
Desde que conoció las intenciones de su padre de reclamar la devolución de los bienes, el príncipe heredero de Hannover siempre ha dicho que la demanda de su padre “carece de fundamento y las alegaciones que contiene son falsas”.
Aunque el inicio del juicio en la capital del estado de Baja Sajonia tenía una importancia crucial en la amarga disputa familiar, ni el padre ni el hijo han decidido acudir a la primera audiencia del juicio oral. El bisnieto del último emperador alemán, al parecer prefirió tomar café con leche en Madrid junto a su novia, Claudia Stilianopoulos. Su hijo, que habita en el palacio de Herrenhausen en Hannover no justificó su ausencia. Gracias a una decisión del juez, Ernesto padre y Ernesto hijo no estaban obligados a estar presentes. El juez había considerado que no era necesario un “interrogatorio personal”.
Si incluso algunas de las acusaciones con las que se enfrentan los hombres son ciertas, la familia noble ofrece el mejor material para un culebrón tragicómico. El padre, por ejemplo, afirma que el príncipe heredero es el jefe de una banda de conspiradores que ha contratado a secuaces para que le suministren alcohol con el fin de tentarle para que se vuelva loco. El hijo, a su vez, se siente amenazado por su padre.
El juicio, que se inició este jueves en Hannover, pretende encontrar una respuesta a una interrogante incierta. ¿Padre o hijo, quién es el legítimo propietario del castillo neogótico de 130 habitaciones? La disputa lleva años latente y ha dividido completamente a ambos. En 2004, Ernesto Augusto había dejado el castillo a su hijo del mismo nombre, un banquero de inversión formado, como herencia preliminar. Pero la relación se convirtió en un culebrón a causa de la decisión del príncipe heredero de casarse con la diseñadora de origen ruso Ekaterina Malysheva, en 2017. Un matrimonio que su padre no aprobó y que los llevó a distanciarse por completo. Tanto es así que el abuelo no ha conocido a sus tres nietos: Elisabeth, August y Eleonora.
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