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Gloria Trevi: “En otra vida sería más cabrona”

La diva mexicana, que prepara una ‘bioserie’ tras pasar cinco años en la cárcel, ser absuelta y admitir haber sido víctima de violencia de género, cree que su vida merece ser contada: “Tengo 53 años, pero he vivido como alguien de 80″

La cantante mexicana Gloria Trevi, en Madrid.Vídeo: BERNÁNDO PÉREZ / LUIS ALMODÓVAR y OLIVIA LÓPEZ

Gloria Trevi resplandece en el hotel donde se hospedaba hace unos días en Madrid para promocionar su último y muy bailable disco Nos volvimos locos. Un nutrido séquito de colaboradores la jalea y la asiste arrobado mientras hablamos. Ramón Ríos, cotizadísimo maquillador de celebridades, le atusa las ondas; otro asistente vigila la potencia de la luz; una tercera, el encuadre de la cámara. Da igual. Guapa, está guapísima, pero cuando la diva —que pasó cinco años en la cárcel acusada de abuso de menores antes de ser absuelta y reconocida como víctima ella misma del maltrato de su expareja— mira a los ojos, se le ve hasta la cocina. El hambre de vida del presente y el cansancio de siglos del pasado. El humor ácido de la superficie y el poso amargo del fondo. No son incompatibles. No en ella.

¿Le gusta lo que ve en el espejo, a pelo, por las mañanas?

Depende del día, pero me gusta más que lo que veía a los 20 años. Jamás imaginé entonces sentirme como me siento ahora.

¿Qué tiene ahora que no tenía entonces?

No me sentía bonita. Por eso hacía tantas caras en los vídeos. No me gustaban mis piernas, sentía que eran gordas, tal vez porque aquello era parte de lo que me decían para hacerme sentir que no valía nada. Pero ahora miro estas piernas que me han llevado a tantos sitios y me han mantenido de pie y me siento orgullosa.

¿Cuándo empezó a sentirse dueña de sí misma?

Tal vez cuando salí de la tempestad, y aún tuvo que pasar un tiempo, porque me sentía en deuda con mi familia. Me quedé en casa con mi mamá, después de todo lo que ella había llorado y luchado por mí. Hasta que volví a enamorarme. Desde entonces me siento poderosa, siento que soy dueña de mí, y, aunque esté casada, cada día él tiene que luchar por mi amor, y yo por el suyo.

¿Por qué calló hasta ahora?

Sucede con las personas maltratadas: dan su lealtad y su compasión a personas que no la merecen. Cuando salí de la cárcel no fui a explicarle a la gente lo que ya había dicho la justicia, que yo era inocente. Salí a trabajar, porque si no no iba a avanzar nunca, no iba a hacer canciones, ni conciertos. Fue un renacer, un levantarme. Ahora que estoy arriba, ahora que soy grande, rica, fuerte y poderosa puedo compartir esta historia porque creo que hay gente a la que puede hacer bien.

¿Por qué aguantó tanto?

Mucha gente me pregunta que por qué aguante: llegué a este sujeto con 17 años, siendo una niña, pero luego me hice adulta, dicen. No. Mentira. No te conviertes en un adulto normal. Son años en los que te están quebrantando. Yo era más fuerte a los 15 años, que era rebelde y feminista, decía que nunca jamás en la vida iba a dejar que un hombre me maltratara, que las que se dejaban eran tontas, hasta que mordí el polvo, me vi en esa situación y aprendí a no juzgar a los demás. A los 30 estaba rota, anulada y confundida. Te van rompiendo los huesos de a poquito, separada de tu familia, sintiendo que la gente que ese sujeto había puesto a mi alrededor era mi familia. La gente critica el silencio, pero así nos enseñan. Vengo de un colegio de monjas, de una familia conservadora, son cosas que se te quedan en el alma. El “te pego porque te quiero”.

¿Cogió miedo a los hombres?

Cuando acabé de pasar toda esa situación y logré no sentir más por la persona que me había lastimado tanto, dije que no volvería a enamorarme, que iba a ser una hija de la chingada. Cuando vea a un cabrón que esté bien bueno, le voy a decir, tú a la cama y adiós, pensaba. Pero entonces vi a Armando, que ahora es mi esposo, y fue de la cama a la boda. Me salió mal lo de ser mala.

La cazadora, cazada

Espero que para la próxima vez sí me salga lo de ser bien puta. En otra vida sería más cabrona. Si tuviera una hija le diría: qué mínimo conocer de siete hombres para arriba, porque si no no sabes de tamaños, ni de formas...

¿El tamaño importa?

Claro, y ¿cómo se dice?: el performing. Creo que yo, ahí, me quedé pobre de experiencias. Me hubiera gustado tener más.

La veo lanzadísima.

Y claro, me gusta el sexo, me gusta comer, no me he subido a todos los juegos, no he usado drogas, pero porque creo que yo nací drogada. Con esta mente, me daría miedo quedarme en el viaje.

En su canción ‘Ellas soy yo’ habla de las edades de las mujeres. Los 50 son una edad...

...cabrona, muy cabrona.

¿Qué nos pasa dentro y qué pasa fuera?

A muchos hombres les pasa que quieren reafianzar su juventud y se buscan a alguien más joven. En las mujeres hay un momento de transición muy bestia. La menopausia me pegó fuerte. Dije: me estoy empezando a morir. Tuve que trabajar mi psicología, meterle una patada al enchufe, a la conexión, y todo vuelve a marchar superbién. Además ya no vas a tener hijos, ya los tuve.

”Estrella madura latina dice ‘menopausia”. Ese es un gran titular.

Es que, si a mi edad, menstruara, no sería regla, sino cáncer. Hay temas en los que tenemos que dejar de hacer tabú. De niñas lloramos porque no nos baja, luego porque manchamos y luego porque nos deja de bajar. Hay que normalizar las cosas, ponerlas en la balanza. Así está bien. La naturaleza sabe lo que hace. Además, ahora tenemos la medicina, que nos ayuda, y hay que utilizarla.

¿También la estética?

Claro. El arsenal estético también ayuda. No soy afecta a las cosas que no son reversibles porque me da mucho miedo. Creo que un día inventarán algo que rejuvenecerá todas tus células, y entonces, qué haces, si ya te cortaste la mitad de la cara.

¿Qué es para usted el rencor?

Una pérdida de tiempo

¿El duelo?

Hay que pasarlo, siempre.

¿La culpa?

Debemos sentirla porque a veces lastimamos a personas sin querer. Pero la culpa no debe destruirte, debe servir para hacerte más fuerte y mejor persona.

¿A qué suena y a qué huele la cárcel?

A impotencia, a gritos desgarradores cuando muere un familiar y no puedes ir a enterrarlo. A lágrimas. A sal. Pero también a solidaridad.

¿Qué le diría a quien esté pasando por lo que usted pasó?

Le diría: “Eres bien fuerte, no más usa tu fuerza para lo correcto: no para aguantar, sino para ser libre”.

LEVANTARSE Y CANTAR

Eso es lo que dice haber hecho Gloria Trevi (México, 53 años) después de haber sido absuelta en 2004, tras pasar casi cinco años en la cárcel en Brasil y México acusada de rapto y corrupción de menores junto a su entonces representante, Sergio Andrade. Al salir, Trevi, la cantante mexicana que más discos ha vendido de la historia, volvió a los escenarios y solo hace un par de años decidió contar que ella misma fue víctima de malos tratos por parte de Andrade. Desde entonces, la autora de himnos como 'Todos me miran'. Ahora, presenta la canción 'Nos volvimos locos', una canción y Amazon prepara una 'bioserie' con su historia. "En ella también saldrán las personas que me acusaron. Ellas, al final, también fueron víctimas", sostiene.




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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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