Kit Harington, de ‘Juego de tronos’, se sincera sobre su alcoholismo: “Pasé por bastantes cosas horribles”
El artista, que se dio a conocer por su papel de Jon Snow vive centrado en su papel de padre junto a su mujer, la actriz Rose Leslie
Ha librado decenas de batallas. Caracterizado como Jon Snow, el célebre personaje de Juego de Tronos, se ha enfrentado a los Salvajes y a los Caminantes Blancos, pero, en realidad, ha vivido la más difícil de sus luchas en lo personal. Y la ha ganado. En los tres años que han transcurrido desde que se quitara la capa del archiconocido héroe, Kit Harington ha pasado por “bastantes cosas horribles” de “naturaleza traumática y que incluían alcohol”, según ha declarado al diario británico The Times. En una extensa entrevista, Harington, de 34 años, ha hablado abiertamente sobre su rehabilitación y la depresión que, en ocasiones, le ocasionó pensamientos suicidas. “Llegas a un lugar donde te sientes como una mala persona, como una persona vergonzosa. Y sientes que no hay salida, que eso es lo que eres. Estar sobrio es el proceso de decir: ‘No, puedo cambiar”. Un episodio que, comenzó cuando aún trabajaba en la serie y que, aunque con cautela, asegura haber dejado atrás gracias también a su matrimonio con la actriz Rose Leslie, compañera de reparto en la aclamada serie, y su reciente paternidad. “Tengo un hijo y mi relación es brillante... Soy un hombre muy, muy feliz, contento y sobrio”, afirma.
Preguntado por los peores momentos de aquella etapa, el actor no duda en confesar que “sí”, que llegó a pensar en acabar con su vida. “Pasé por períodos de depresión real en los que quería hacer todo tipo de cosas “, sostiene, al tiempo que asegura que ha decidido contar lo sucedido con la esperanza de que “quizás ayude a alguien en algún lugar”, eso sí, sin que la gente le vea “como un mártir”. Para recuperarse, el artista ingresó en la lujosa clínica de rehabilitación Privé Swiss, en Estados Unidos, con una tarifa unos 80.000 euros mensuales, para recibir tratamiento por “sustancias” y “comportamientos”. “Principalmente alcohol”, según aclara el propio Harington. “Diré sobre mis adicciones que las mantuve muy, muy calladas y era increíblemente reservado con ellas. Así que fueron una gran sorpresa para la gente de mi alrededor. Que es algo que ocurre a menudo, supongo “.
En febrero de este año Christopher Harington —así se llama realmente— inició un nuevo capítulo en su vida, el de la paternidad, junto a Leslie, con quien contrajo matrimonio en 2018 en Aberdeen, Escocia, tierra natal de la actriz. El bebé, del que la pareja no ha querido hacer público el nombre, nació en el University College Hospital de Londres, un momento en el que el actor ha confesado que no pudo cortar el cordón umbilical por ser un “verdadero cobarde cuando se trata de sangre y dolor”. Tal es su trascendente percepción de su nuevo rol que cada mañana, antes de despertar a su hijo, llama a su madre para darle las gracias y no duda en hablar sobre su papel de padre sin tapujos, asegurando que es " Tener un hijo que es lo más agotador físicamente. Me quito el sombrero ante cualquier padre. Cualquier padre soltero. Eres un puto genio. No sé cómo lo haces, porque es más agotador que todo lo que hice en Juego de Tronos.
La serie de HBO fue un fenómeno mundial, a cuyo final, en 2019, asistieron casi 20 millones de personas. A medida que la serie fue tomando relevancia y el público se encandiló del héroe Jon Snow, fue inevitable para Harington pasar desapercibido. La prododucción teatral en la que participó en el West End en aquel momento, colgaba el cartel de completo e incluso un fan compró una entrada en primera fila para 40 sesiones. Una notoriedad con la que asegura no lidiar bien, principalmente cuando se le califica como no de los hombres más sexis del mundo. “Tengo un problema con que me llamen increíblemente sexy, o un galán o lo que sea, porque es increíblemente degradante “, dice. “Es degradante tanto para mujeres como para hombres. Es degradante que cualquiera sea categorizado por su apariencia”.
El pudor de Harington a mostrarse más allá de lo necesario, es evidente. Carece de redes sociales, guarda con celo todos los detalles relacionados con su vida privada, principalmente con su hijo, y, según apunta el periodista en la propia entrevista, no duda en levantar el teléfono y explicar que su actitud distante y a la defensiva en una conversación se debe, al menos en parte, a su miedo al expresarse. “Tengo un miedo genuino a ser objeto de indignación si digo algo en lo que sí creo, pero que de alguna manera podría ofender a la gente en general o a cierto grupo de personas“ le confesó al entrevistador más tarde.
Asegura que “adoraba” a sus padres, pero habla con más frecuencia de su madre, dramaturga y artista y gracias a la cual comenzó en el mundo de la interpretación. “Como con cualquier niño, intentas hacer algo que obtenga la aprobación de su padres. Entonces, de repente, todo funciona y eres un actor, un actor profesional, y has tenido cierto éxito. Y entonces piensas, ‘Bueno, ¿a quién estoy tratando de impresionar ahora?”, reflexiona, antes de aclarar que intentará no transmitirle ese objetivo de por impresionar a los demás a su hijo.
Tras el éxito de Juego de tronos y años de intenso rodaje, Harington decidió tomarse un descansó que se alargó más de la cuenta cuando irrumpió la pandemia, pero al que ha puesto fin con el rodaje de una película independiente y el de un episodio de la serie Modern Love, emitida en Amazon. Además, el actor tiene previsto subirse de nuevo a las escenarios del Donmar Warehouse, uno de los más prestigiosos de Londres, cuando regrese a Reino Unido, para dar vida a Enrique V, uno de los personajes que siempre dijo que “mataría” por interpretar. En cuanto a vicios, el tabaco es el único ahora, pero espera que por poco tiempo. “Estoy intentando averiguar cómo darle una patada”.
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