Kiko Rivera da el primer paso en la batalla legal contra Isabel Pantoja
El hijo de Francisco Rivera ‘Paquirri’ ha requerido notarialmente a la tonadillera para que le facilite documentos y cuentas sobre la herencia de su padre antes de interponer una demanda
Kiko Rivera, el hijo que tuvieron juntos Isabel Pantoja y Francisco Rivera Paquirri ha pasado de las palabras y advertencias en televisión a la acción legal frente a su madre para exigir documentos y explicaciones sobre el destino y administración de la herencia que le dejó el torero. Según desvela la periodista Paloma García-Pelayo, que mantiene una relación cercana con el dj, el pasado jueves un representante de la notaría de la localidad gaditana de Medina Sidonia se personó en la finca Cantora, lugar en el que reside actualmente Isabel Pantoja, para entregarle en mano un requerimiento firmado por su hijo en el que le reclama oficialmente cuentas, información y explicaciones sobre la gestión de la herencia que recibió cuando falleció su padre y que la cantante se encargó de gestionar por ser Kiko Rivera menor de edad en aquel momento.
El requerimiento hace mención expresa a la necesidad de presentar las cuentas de la administración de Cantora de la que él es propietario al 47,6%. Además, en él también aparece como parte implicada el hermano de la cantante, Agustín Pantoja, a quien se le pide información sobre cómo ha usado durante los últimos años el poder que Kiko Rivera le otorgó cuando su tío le dijo que era necesario para ayudar a su madre cuando ingresó en la cárcel en noviembre de 2014 por una condena a dos años por blanqueo de capitales.
El dj ha manifestado en distintas ocasiones que ni siquiera recuerda qué firmó y cómo se ha utilizado el poder, pese a que que Rivera tenía 30 años en el momento de firmarlo, aunque algunas personas que le conocen atribuyen este hecho a la confusión y estrés por el encarcelamiento de su madre y a las adicciones que, según él mismo ha confesado, sufría en aquel momento. Según la información facilitada, este es el tercer intento de requerimiento oficial que presenta Kiko Rivera: primero se realizó a través de correo certificado enviado a la finca Cantora, correo que la artista no recogió; después se intentó realizando la misma operación en su piso de Sevilla, donde el portero de la finca tampoco recogió el certificado, siguiendo las instrucciones que había recibido de la propietario del inmueble. En esta ocasión, ha sido el personal de la notaría de Medina Sidonia quien se ha personado en la finca gaditana para entregarlo en mano.
A mediados del pasado mes de marzo, Rivera cifró en cinco millones de euros la cantidad que Isabel Pantoja le debía por la herencia de su padre, que murió el 26 de septiembre de 1984 a causa de una cornada mientras toreaba en la plaza de la localidad cordobesa de Pozoblanco. Que hayan pasado 36 años desde entonces no ha sido bálsamo suficiente para las heridas que aquella muerte provocó en dos familias: la de Isabel Pantoja, que quedó viuda con un hijo de siete meses, y la que el torero había formado anteriormente con Carmina Ordóñez, con quien tuvo a sus dos hijos mayores, Fran y Cayetano Rivera, que actualmente tienen 47 y 44 años. Ellos dos llevan reclamando a la cantante objetos de Paquirri desde que este falleció y quedaron arreglados los papeles de su herencia.
Kiko Rivera ha sido contundente después de recabar información económica sobre sus presuntos bienes, consultar con sus abogados y pedir reiteradamente a su madre que resuelvan sus conflictos y le pague lo que es suyo: “Mi madre me debe casi cinco millones”, ha declarado. Desde su punto de vista, Isabel Pantoja ha gestionado el patrimonio y la herencia de Paquirri de forma egoísta y con una ambición por el dinero que su hijo sitúa en el centro del conflicto que les enfrenta. El hijo del torero y la tonadillera quiere, como primera medida, vender su parte de la finca Cantora, donde vive enclaustrada actualmente Isabel Pantoja. Por esta parte de la finca más querida por Paquirri —que en su testamento legó a su hijo pequeño, aunque los arreglos posteriores de la herencia la dejaron en manos también de Pantoja— el disc jockey pide entre 1,5 y 2 millones de euros libres de cargas, según él mismo detalló en una entrevista concedida a la revista Lecturas. En ella afirmó que quiere arreglar este asunto antes de que su madre “se vaya de España”.
El comienzo de este enfrentamiento que parece abocado a romper la relación que existía entre madre e hijo comenzó el 13 de noviembre de 2020 cuando Kiko Rivera se plantó en un plató de Telecinco frente a Jorge Javier Vázquez a desgranar el conflicto, hasta ese momento privado, que le enfrentaba a su madre y que también salpicaba a sus dos hermanos de padre: Fran y Cayetano Rivera. Allí se le vio mostrando papeles y detallando fechas, en algunas ocasiones de forma inconexa, para llegar a la conclusión de que el destino de los bienes de Paquirri en el momento de su muerte, no había sido respetado. Al menos no como él lo había dejado escrito en su testamento. Los platós de Telecinco se convirtieron en el diván en el que el disc jockey mostró las costuras de una familia que no parece tan idílica como vendían la tonadillera y sus canciones.
Pero también salieron a relucir duras palabras que Kiko Rivera lanzó contra Isabel Pantoja: “Mi madre, según esto”, dijo el dj blandiendo una carpeta con papeles, “no es buena persona desde hace 34 años”. “Lo hago público porque he preguntado en privado muchas veces y la respuesta siempre ha sido: ‘no tengo nada’, como dando pena”. “Han dicho que soy un mantenido, pero esto demuestra que yo he sido la tarjeta de crédito de mi madre. No puedo dejar de querer a mi familia, pero no puedo perdonar”.
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