Ana Obregón, cinco meses después de la muerte de su hijo: “No tengo ganas de reír ni de ponerme modelitos y, por ahora, no puedo trabajar”
La actriz publica en Instagram un nuevo mensaje en recuerdo a Álex Lequio en el que reflexiona sobre su vida y asegura que medita para encontrar la paz
Ana Obregón sigue inmersa y perdida en la ausencia de su hijo que este martes hace cinco meses falleció en Barcelona a causa del cáncer que padecía desde dos años antes. Desde que el Álex Lequio, Aless para su madre, murió el pasado 13 de mayo, solo se ha sabido de la actriz para actos que han tenido que ver con su hijo: su entierro, su funeral en Madrid celebrado casi mes y medio después de su muerte a causa de las restricciones por la pandemia, alguna visita al cementerio en el que está enterrado y 14 publicaciones en su cuenta de Instagram, todas relacionadas con su hijo y el dolor de su pérdida.
En esta ocasión, la actriz y presentadora, no da ni una muestra de que su pena haya disminuido ni un ápice, aunque la vida sigue y deja entrever la esperanza de que si en algún momento le vuelve a encontrar sentido será por las fuerzas que recibe de su propio hijo ausente. El recuerdo que ha compartido en esta ocasión va acompañado de una imagen de ella misma, vestida de riguroso luto, de espaldas y mirando al mar, de lo que se intuye puede ser Mallorca, la isla en la que ha pasado parte del verano acompañada por su familia.
“Estos cinco meses sin ti no sabía quiera era, lo que era o ni siquiera si era”, comienza diciendo en el mensaje que lanza a su hijo. “Simplemente estaba allí, como una percepción singular en medio de una nada sombría, carente de principio y final”. Y continúa: “Aquí llevo más de un mes (me vine antes del estado de alarma)”, dice sin especificar el lugar. Meditando en calma para encontrar la paz en este viaje hacia mi interior. Conectando con mi conciencia espiritual o el alma, porque las almas son eternas y de esta forma me acerco más a ti. Siguiendo tu ejemplo, iluminada por tu luz".
El desgarrador mensaje de esta madre partida no olvida a los fallecidos por la pandemia en España, a cuyas familias da su sentido pésame no sin haber dejado antes un recado a los políticos por su incompetencia en la gestión de la situación. Pero su parte más personal vuelve rápidamente para pedir perdón a sus seguidores: “Siento muchísimo compartir con vosotros mi dolor porque siempre a lo largo de 40 años en mis trabajos mi intención era contagiaros felicidad, haceros reír, soñar, que olvidarais los problemas”. Un propósito que ahora le parece imposible y del que explica el porqué: “Necesito que me entendáis, he perdido todo, mi único hijo. Y no tengo ganas de reír, ni de bailar, ni de ponerme modelitos y por ahora no puedo trabajar”, dice en su publicación.
La actriz reconoce que se ha sentido acompañada por el cariño de la gente y afirma estar “infinitamente agradecida”, como lo está con sus hermanos de quienes dice: “No me han soltado la mano ni un segundo”. Y acaba volviendo a recordar a su hijo: Pero sobre todo sé que tú, Áless, me mandas ese inmenso amor desde la eternidad y que si algún día vuelvo a vivir será por ti", una frase que finaliza con dos hashtags, alessforever y 5 meses.
Alex Lequio comenzó su batalla contra el cáncer, una dolencia que empezó como un simple “tirón de espalda”, en marzo de 2018. El tratamiento para su tipo de enfermedad, que su madre calificó de modalidad rara, comenzó en el prestigioso Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, donde el joven permaneció siete meses. Desde entonces el hijo de Obregón y Lequio informó de su estado de salud a través de sus redes sociales y en algunas entrevistas. Barcelona fue la ciudad elegida para su último enfrentamiento con la dura enfermedad, ya que allí se encuentra el doctor José Baselga, que ya le trató en Estados Unidos.
La manera de Álex Lequio de encarar el cáncer le acercó a la gente. Hasta que se supo de su enfermedad, el joven tenía una imagen pública de chaval caprichoso, algo frívolo, criado y protegido por sus famosos padres. Sin embargo, en este tiempo cara a cara con el cáncer, Álex se mostró maduro, cercano y con una ironía a prueba de fuego para abordar asuntos complicados. También fue muy sincero. Habló en sus redes de sus logros, mensajes que intercaló con asuntos relativos a sus negocios y sus causas solidarias. También lo hizo en la revista ¡Hola! donde concedió dos exclusivas para contar detalles de su tratamiento y ayudar, así, al pago de sus facturas médicas. El 13 de mayo acabó su batalla, esa que le enfrentó al cáncer y que en este caso ganó la enfermedad.
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