La boda de Natalia Vodianova y Antoine Arnault: un enlace de poder, riqueza, glamur y filantropía
La supermodelo rusa y el hijo del dueño del conglomerado del lujo LVMH se han casado después de 10 años juntos y dos hijos en común
Después de una década de relación, dos hijos en común y ocho meses prometidos, Natalia Vodianova y Antoine Arnault se han casado. La ceremonia tuvo lugar el lunes 21 de septiembre en la junta de distrito del distrito XVI de París, y fue oficiada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Dicho distrito es uno de los más exclusivos de la capital francesa, donde se encuentran desde el Bois de Boulogne a los jardines del Trocadero, el parque de los Príncipes o el Palais de Tokyo.
Los propios novios han difundido tanto una imagen como un vídeo muy corto de la ceremonia en sus perfiles de Instagram. La pareja salió del edificio sin mascarilla, aunque algunos de los invitados que les agasajaron con una lluvia de pétalos de rosa sí la llevaban. Arnault, de 43 años, llevaba traje azul y, en la mano, el libro de familia que les acredita como matrimonio. Por su parte, Vodianova, de 38, llevaba un vestido blanco a media pierna de manga larga y de gasa, con cinturón y cuello en pico diseñado por su amiga, la diseñadora rusa Ulyana Sergeenko, acompañado de unos zapatos de tacón blanco y un ramo de flores.
Arnault y Vodianova son una de las parejas, ahora matrimonios, más conocidos y poderosos de Europa. Ella es una de las grandes modelos de las últimas dos décadas. Fue captada por un cazatalentos en su ciudad natal, Nizhni Nóvgorod, entonces conocida como Gorki, cuando vendía fruta en el mercado local para mantener a su familia. Tenía solo 17 años y provenía de un mercado muy humilde, pero empezó una carrera como modelo, estudió inglés, se marchó a vivir a París y de ahí al estrellato, con campañas, desfiles y portadas para los más grandes. Sin embargo, como contó en S Moda, todo eso solo ha sido una plataforma para crecer y hacer algo más. “Es un mundo que admiro y me siento agradecida de formar parte de él, pero la moda nunca ha sido mi vida. Ha sido más bien una plataforma para algo más grande”.
Vodianova se casó en 2002 con el vizconde británico Justin Portman, de 50 años, con quien estuvo hasta 2010. Con él tuvo a sus tres hijos mayores, Lucas, que ya tiene 18 años, Neva y Viktor. Después tuvo otros dos más, Maxim y Roman, de seis y cuatro años, de su unión con Arnault.
La pareja lleva junta una década y anunció su compromiso también a través de sus redes sociales recién iniciado el 2020. Pese a que sus vidas y trayectorias han encajado a la perfección, sus orígenes son muy distintos. Si Vodianova vendía pasteles y fruta con su madre en mercadillos para mantener a su familia, Arnault es rico desde que nació. Es el hijo de Bernard Arnault, presidente del grupo LVMH, uno de los mayores conglomerados del lujo mundial y que tiene en cartera a marcas de moda como Dior, Louis Vuitton, Givenchy, Loewe, Berluti, Kenzo, Guerlain, Fendi, Donna Karan, Sephora, Marc Jacobs, Celine; de licores como Moët&Chandon, Dom Perignon, Veuve Clicquot o Belvedere; de belleza como Benefit, Acqua di Parma o Sephora; y de joyas y relojes como Bvlgari, Chaumet, Hublot o Tag Heuer.
Los Arnault son una de las familias más ricas y famosas de Francia; de hecho, ahora mismo son los terceros del mundo, con un patrimonio de casi 96.300 millones de euros. El patriarca, Bernard Arnault, ha gestionado durante décadas la empresa familiar, y Antoine, que lleva 15 años trabajando en la empresa familiar, se perfila como su gran sucesor, al igual que Delphine, la otra de las hijas mayores de la saga, que ha ocupado diversos puestos en el conglomerado, ahora el de vicepresidenta ejecutiva de Louis Vuitton. Entre los dos se disputan el trono de uno de los conglomerados más importantes del mundo. Además, Bernard Arnault tiene tres hijos más de su segundo matrimonio con la pianista Hélène Mercier: Alexandre (28 años, director ejecutivo de Rimowa), Fréderic (25, director ejecutivo de Tag Heuer) y Jean (21, todavía estudiante).
La filantropía también es una pata importante en la relación de esta pareja. Desde el año 2004 Vodianova creó la Fundación Naked Heart, cuya misión es ayudar a niños con necesidades especiales y de familias desfavorecidas de Rusia. Con ella organiza una gran gala anual para recaudar fondos que ya ha logrado más de 50 millones de euros. Porque, como ella misma ha dicho en alguna entrevista, “ser modelo nunca fue suficiente”.
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