Hilary Swank demanda al Sindicato de Actores por su “anticuada y cruel” cobertura médica en ginecología
La actriz, que ha sufrido quistes ováricos, afirma que muchas mujeres “o agotan sus recursos financieros o renuncian a los tratamientos, sufriendo en silencio y poniendo en riesgo sus vidas”
Desde su posición, aparentemente privilegiada, Hilary Swank ha alzado la voz por las mujeres con menos recursos y cuya voz no se escucha tanto como ella. Por eso, ha anunciado que no se siente conforme con el seguro médico que le proporciona el Sindicato de Actores de EE UU, en concreto con su cobertura ginecológica. Pese a que tener una fortuna estimada de entre 30 y 50 millones de euros, la actriz, de 46 años, no está dispuesta a pagar por un servicio que debería ser gratuito para todas las mujeres, tengan la capacidad económica que tengan. Por ello, la intérprete de éxitos como Million Dollar Baby y Posdata: Te quiero se ha plantado y ha decidido demandar al Sindicato.
En Estados Unidos, cada tratamiento sanitario tiene un gran coste que no siempre es asumible por un sueldo medio. Por eso, muchos gremios se organizan para proporcionar seguros a un precio menor para sus asociados, como es el caso del Sindicato de Actores (SAG, por sus siglas en inglés). Pero Swank argumenta que las mujeres suelen tener más desventajas que los hombres en ellos. “Estoy realmente agotada por el modo en el que los asuntos de salud relacionados con el ciclo menstrual femenino y con los ovarios son tratados por las compañías aseguradoras. Lo he experimentado a lo largo de mi vida, y leo constantemente sobre ello en las redes sociales y en la prensa”, argumenta Swank en un escrito. Entonces alza la voz contra las pólizas médicas del SAG, que considera “anticuadas, crueles y primarias, y consideran que el papel de los órganos de la mujer es únicamente el de ser un medio para la procreación".
No es la primera vez que Swank alza la voz por las diferencias que sufren las mujeres, discriminadas contra los hombres también en el mundo del cine. En 2014, cuando todavía no existían movimientos como el #MeToo, la intérprete se quedó de la gran distancia salarial que había entre los actores y las actrices. Entonces afirmó que sus coprotagonistas masculinos llegaban a cobrar hasta 10 veces más que ella.
Ahora, su batalla es lograr una cierta igualdad en el campo sanitario. “Mi esperanza es lograr un cambio para todas las mujeres que sufren problemas de salud y tienen que batallar contra las compañías de seguros que minimizan sus problemas, que no creen a las pacientes (o a sus médicos) y sus explicaciones sobre su sufrimiento, y que imposibilitan la cobertura a servicios y procedimientos muy limitados. Ya es bastante doloroso tener que lidiar con un problema de salud, como para tener que luchar también contra el estrés de tratar de que su compañía de seguros brinde la cobertura y la atención que su contrato establece que ofrecen de forma explícita”, ha escrito Swank en su perfil de Instagram.
Según explica la revista People, con la que Swank ha confirmado que ha hablado, la actriz puso una demanda el pasado martes contra el plan sanitario y contra la junta de administración del SAG-AFTRA, es decir, el Sindicato de Actores de Cine y la Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión, afirmando que se le ha denegado la cobertura para ser tratada de quistes ováricos, según los documentos legales obtenidos por la revista.
La propia actriz cuenta que ha decidido alzar la voz “después de años sufriendo mis propios problemas de salud y recibiendo negativas de mi seguro sanitario respecto a servicios que han sido aprobados por mis médicos para mi supervivencia vital, y después de ver lo caro que es mantenerlos sin ayuda de una compañía aseguradora”. Por eso, con lo que aprendió ha visto que “la mayoría de las mujeres no se pueden permitir tratamientos médicos necesarios para cubrir asuntos sencillos de salud”. “Lo único que puedo entender es que o agotan sus recursos financieros o que renuncian a los tratamientos, sufriendo dolor en silencio y poniendo en riesgo sus vidas. Mi esperanza es ser su voz".
Con este alegato, Swank trata de que el Sindicato que supuestamente la cubre “trate y proteja a todos sus miembros por igual. No creo que lo haga". “Si eres mujer que sufre problemas de salud femeninos, no tengo duda de que estarás de acuerdo conmigo. Si eres hombre, pregúntale a tu madre, hija, hermana o a cualquier amiga. Ya sé cuál será la respuesta”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.