David Beckham se pasa al deporte virtual

Alejado ya de los campos de fútbol como profesional, David Beckham se emplea en los últimos años en crear un gran imperio. Ahora es ante todo empresario y entre sus negocios destacan una firma de gafas y una marca de whisky. Pero el excentrocampista inglés también tiene puestos los ojos en proyectos deportivos, como su propio equipo, el Inter Miami. Y ahora, en los deportes virtuales, conocidos como eSports.

La familia Beckham ha invertido 25 millones de libras (unos 27 millones de euros) para crear el club Guild eSports, que competirá en videojuegos de FIFA, Fortnite y Rocket League. El exjugador del Real Madrid trasladará sus conocimientos de fútbol a la competición online, un deporte que cada vez suma más adeptos. “A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de trabajar junto a algunos de los mejores jugadores y he podido ver la pasión y dedicación que requiere rendir a ese nivel. Sé que esa determinación está presente en los atletas de eSports, y en Guild tenemos la visión de crear un nuevo estándar apoyando a esos jugadores en el futuro”, ha explicado Beckham en un comunicado.

El exdeportista pretende iniciar los partidos en otoño, por lo que ya está reclutando a los jugadores profesionales que conformarán su cantera, así como buscando patrocinadores que apoyen esta nueva aventura empresarial, pues desea que alcance un valor de 100 millones de libras (más de 111 millones de euros). La sede del equipo se encuentra en Londres y el cargo de presidente ejecutivo del club lo ostenta Carleton Curtis, una conocida figura de este sector, que ha ejercido como director de Red Bull eSports, director de estrategia digital de Fox Sports y vicepresidente de Activision Blizzard. Curtis confía firmemente en la expansión de los deportes electrónicos: “Si miras el sector de los videojuegos y los eSports, tiende a desafiar la gravedad cuando se trata de crecimiento”.

Beckham ha gestionado este gasto a través del fondo de inversión DB Ventures, una de las compañías que constituyen Beckham Brand Holdings, empresa que él y su esposa, Victoria Beckham, controlan al completo después de desembolsar 50 millones de dólares (más de 44 millones de euros) el año pasado. Hasta ese momento, el 33% de la sociedad pertenecía a Simon Fuller, socio del exfutbolista y creador de las Spice Girls, grupo al que perteneció la diseñadora de moda.

Con estos estratégicos movimientos, los Beckham se han sumado a un negocio que desde hace varios años atrae a otros deportistas profesionales, como Gerard Piqué y Shaquille O’Neal. Pero lo que ha hecho que el matrimonio adquiera una vivienda en Miami es el club del fútbol de la ciudad, del que el exfutbolista es el mayor accionista. Su objetivo es impulsar en Estados Unidos el deporte que le dio fama; en un país donde se sigue más el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol.

David Beckham dijo en 2018 que se implicaría en este nuevo proyecto deportivo “en un 120%”, un aviso de lo que es capaz de hacer gracias a su olfato para los negocios. Don Garber, comisionado de la liga MLS y que fue uno de los artífices de que Beckham jugara en Los Angeles Galaxy tras los cuatro años que pasó en el Real Madrid, considera que “es un tipo muy especial”. “Hay algo profundamente auténtico y humilde en él que, combinado con sus excelentes credenciales deportivas, una enorme pasión y un buen enfoque profesional, le ha llevado donde está ahora”, contó a la cadena CNN.

Garber también hizo hincapié en la perspicacia comercial de Beckham, un hecho que le sorprendió tanto como la dedicación del exjugador para investigar y conocer cada recoveco del negocio que pudiera afectar a este nuevo proyecto. “Durante días y días se sentó en la sala de juntas examinando documentos y demostrando su conocimiento”, afirmó.