Todos contra Lea Michele: acusada de racismo y otros comportamientos discriminatorios

Beyoncé, Jay-Z, Madonna, Oprah Winfrey, Michael Jordan, Rihanna, Billie Eilish... Y así un sinfín de famosos han querido homenajear a George Floyd, el hombre negro de 46 años que falleció a manos de un policía de Minneapolis, cuya muerte ha provocado protestas dentro y fuera de Estados Unidos. Lea Michele, actriz conocida por Glee, también quiso exponer en las redes sociales su respulsa ante la situación, pero su comentario en Twitter se le volvió en su contra. Pasó de denunciar el racismo a ser acusada de ello por compañeros de la serie que la catapultó a la fama: Glee.

Después de retuitear mensajes de otras celebridades como Miley Cyrus y Taylor Swift, la intérprete escribió sobre lo acontecido el pasado 25 de mayo: “George Floyd no merecía esto. Este no fue un incidente aislado y debe terminar”. Un mensaje al que añadió la etiqueta #BlackLivesMatter, en apoyo al movimiento antirracista.

Rápidamente una excompañera de Glee, Samantha Marie Ware, contestó a su publicación: “Me parto de risa ¿Recuerdas cuando hiciste que mi primer trabajo en televisión se convirtiera en un infierno? Porque yo nunca lo olvidaré. Creo que le dijiste a todos que si tenías oportunidad, ‘te cagarías sobre mi peluca’, entre otras microagresiones traumáticas que hicieron que me planteara mi carrera en Hollywood". Ware fue una de las últimas incorporaciones a la serie musical, en la que actuó únicamente en la última temporada. Con su tajante respuesta ha vuelto a sacar a la luz el supuesto mal comportamiento de Michele durante los rodajes.

Naya Rivera, una de las habituales en la trama, contó en sus memorias, publicadas en 2016, que uno de los grandes conflictos durante aquellos años —la serie se emitió desde 2009 hasta 2015— fue su irreconciliable relación con Michele, que “no quería compartir el protagonismo”. El creador del musical, Ryan Murphy, incluso bromeó que fue esa pelea la que le inspiró a crear la serie Feud, que trataba sobre la rivalidad entre las actrices Bette Davis y Joan Crawford.

Pero en aquella ocasión la repercusión no fue tanta como la de ahora, en un momento en el que Estados Unidos vive uno de sus mayores conflictos sociales. Ware ha conseguido que a Michele le llueva un aluvión de críticas, además de perder un contrato publicitario. HelloFresh, una empresa de alimentación con la que Michele trabajaba desde el pasado enero, anunció en redes sociales que daba por finalizada su colaboración porque la compañía no tolera “el racismo ni ningún otro tipo de discriminación”.

Al día siguiente, Michele decidió intervenir para zanjar la discusión. Pero no lo consiguió porque sus palabras no fueron demasiado acertadas. En un escrito que publicó en su cuenta de Instagram, la actriz aseguró no recordar “haber hecho ese comentario en concreto” y que nunca había juzgado “a otros por sus raíces o su color de piel”. “Ya fuera por mi posición y perspectiva privilegiadas lo que causó el ser percibida como insensible o inapropiada en ocasiones, o simplemente por mi inmadurez o por ser innecesariamente difícil, pido disculpas por mi comportamiento y por cualquier daño causado”, dijo la intérprete, que recordó que dentro de poco será madre, por lo que desea mejorar para ser un modelo a seguir.

Esta disculpa no ha convencido ni a sus seguidores ni a excompañeros de la conocida producción que, poco a poco, han ido contando sus experiencias laborales junto a Michele, que no solo fueron difíciles por comportamientos racistas, pues también se vieron afectados actores blancos. Para Heather Morris, que interpretaba a la animadora Brittany, fue muy desagradable trabajar con ella, aunque considera que el elenco debió asumir parte de la responsabilidad: “Lea trató a los demás con faltas de respeto. Y también es culpa nuestra el permitir que lo hiciera durante tanto tiempo sin decir nada”.

Otra de las actrices más conocidas de la serie, Amber Riley, ha reconocido que el ambiente en el rodaje “no era el más cómodo”, pero no ha querido aportar más detalles de su relación con Michele. Simplemente se ha limitado decir que se siente orgullosa de Samantha Marie Ware por no tener miedo a “decir su verdad”. No obstante, Riley ya se había referido a la actitud mandona de Michele en otras ocasiones.

Otros intérpretes también han hablado del trato discriminatorio que recibieron por no ser parte del elenco principal, siendo habitual que la actriz les llamara “cucarachas” y no les permitiera sentarse junto a ella y los actores habituales. Pero la fama de mala compañera no la obtuvo en Glee. Ya venía de antes. Gerard Canonico, un actor afincado en los teatros de Broadway, coincidió con Michele en el musical Spring Awakening, protagonizado por la actriz y por Jonathan Groff, que también ha trabajado en Glee. “Fuiste una verdadera pesadilla para mí y para mis compañeros suplentes. Nos hiciste sentir que no pertenecíamos al reparto. Durante años intenté ser simpático contigo sin éxito. Quizá deberías disculparte de verdad en lugar de echar la culpa a cómo otros te 'percibían", le ha recriminado el intérprete.