Ramón Arcusa desvela cómo se reconciliaron Julio Iglesias y su hijo Enrique
En sus memorias, el productor y mitad del Dúo Dinámico relata su vida cerca del cantante que le permitió ser un observador de su intimidad
Manuel de la Calva y Ramón Arcusa son las dos mitades que componen, desde hace 60 años, el célebre Dúo Dinámico. Pero cada uno de ellos es también un ente propio, separado, con una historia a menudo no tan conocida. En concreto la de Arcusa ha sido prolífica y muy especial, ya que además de como cantante su carrera se ha focalizado en una no tan conocida faceta de productor y compositor que le ha llevado a relacionarse con algunas de las voces más importantes del mundo de la música a nivel global.
Así lo cuenta él mismo en su autobiografía, que se publica el 2 de junio y que ha titulado Soy un truhán, soy un señor (o casi), en referencia a la famosa canción de Julio Iglesias que compuso por encargo junto a De la Calva para el cantante. "He encargado a un par de amigos que ustedes conocen muy bien, a Manolo y Ramón, el Dúo Dinámico, que producen todos mis álbumes y trabajo con ellos siempre, que me escribieran una canción”, relataba Iglesias a finales de los setenta en una entrevista en TVE. "Pero no una canción cualquiera, sino una que hablara un poquito de mí”.
El dúo musical conoció a Iglesias en 1969. Así lo cuenta Arcusa en este libro, explicando que “coincidieron en el festival de Viña del Mar con un ―por entonces― desconocido Julio Iglesias, y ante el agolpamiento de las fans del Dúo Dinámico, Julio les preguntaba aquello de '¿Qué tienen estos que no tenga yo...?”
Además, el cantante y compositor afincado en Miami también da pistas de cómo ha sido su relación con Iglesias. “Ramón graba su primer álbum con Julio, 33 años, en el cual se incluye el tema Soy un truhan, soy un señor”, relata el adelanto del libro hecho público por la editorial Planeta. “En 1978, [Arcusa] se traslada a Miami a trabajar con él y se establece entre ellos una relación muy estrecha. Trabajó con Julio y para Julio durante muchos años, pero nunca fue su asalariado. Ramón siempre se relacionó con la discográfica. Eso le daba mucha más libertad".
“Afincado ya en Miami”, continúa, Arcusa “volvió a España para presentar un nuevo disco de Julio a la CBS, Hey. No les gustó nada y auguraron que este disco no funcionaría en España. Lo publicaron obligados, porque Julio ya era una estrella en la CBS americana. Resultó un rotundo éxito. Ramón también produjo De niña a mujer, Libra, Raíces y Calor. Con Julio Iglesias tuvo la oportunidad de conocer a artistas como Frank Sinatra, Diana Ross, Stevie Wonder, Cantinflas... El último álbum que Ramón produjo para Julio fue La carretera, en 1995. A partir de ahí sus caminos se separaron desde aquel 1977 con Soy un truhan, soy un señor”. Reconoce Arcusa en sus memorias que el final de su relación profesional fue algo agitado, pero que el tiempo trajo la calma: "La ruptura entre ambos tras el álbum La carretera fue más mal que bien, aunque luego, pasado el tiempo, han colaborado juntos en varias ocasiones”. No desvela los motivos de esa desavenencia final, pero sí que ahora hablan en alguna ocasión y colaboran de forma puntual.
Uno de los episodios de los que habla el compositor y productor es de la reconciliación de Iglesias con su hijo Enrique, del que ha estado separado durante años. Ya en primera persona, Arcusa desvela que Enrique le pidió que fuera su productor, algo a lo que se negó. “Conociendo las diferencias que ya entonces eran muy manifiestas entre Julio y Enrique, tuve que decidir a quién ser fiel y ganó Julio: nunca le habría hecho la jugada de elegir a Enrique, no podía trabajar para los dos: era o él o Julio", explica en el adelanto de las memorias que publica la revista Vanity Fair.
Arcusa afirma que padre e hijo se volvieron a ver en una comida en el día de Año Nuevo de 2016 en casa de Julio. Algo que choca con la versión de Enrique Iglesias, que contó hace unos meses en la revista ICON que habían hablado por teléfono a finales de 2019. Según la versión del componente del Dúo Dinámico, a ese almuerzo acudieron él y su esposa, Shura, y también Julio José Iglesias. “El encuentro entre padre e hijo fue cordial, aunque algo frío. Llevaban bastantes años sin verse. Hace poco supe que Julio había ido a casa de Enrique a conocer a sus nietos y a Anna Kournikova personalmente”, explica.
Arcusa también revela distintas anécdotas sobre el cantante junto al que estuvo al lado durante 18 años, como que “a Julio Iglesias se le quemaron el mismo día dos Rolls Royce en la puerta de su casa en Miami”. Es un buen fan de los coches: tras grabar el disco Raíces, le regaló a Arcusa un Corvette y se compró para sí mismo un Ferrari Testarrosa por 250.000 dólares con el que recorrió apenas 200 kilómetros. Otra de las anécdotas que cuenta es que “todos sus perros llevaban el nombre de sus canciones: Hey, Bamboleo, Nathalie, Me va”.
Además, también pone de relieve que Iglesias tiene cierto ego, un carácter algo derrochador —se puede ver por su pasión al motor—y que no escucha a sus amigos, pero también que es un hombre de gran cultura y carácter algo filosófico, tremendamente conquistador, y le califica de “genio”. También explica, por ejemplo, que Iglesias se vio obligado a dar una cena en su casa de Indian Creek, una exclusiva zona de Florida, para un par de miembros de la mafia, o también que se hizo amigo de Frank Sinatra gracias a la admiración que tenía por él su esposa Barbara. También explica la relación entre el cantante y sus padres. Iglesias adoraba a su madre, por lo que no estuvo de acuerdo con el segundo matrimonio de su padre, el doctor Iglesias Puga, pese a si divorcio años atrás.
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