Muere María Teresa de Borbón y Parma, prima del rey Felipe, por coronavirus
Conocida como “la princesa roja”, ha fallecido en París a los 86 años, según ha anunciado la familia en un comunicado
María Teresa de Borbón y Parma, prima del rey Felipe VI, conocida también como la “princesa roja”, ha fallecido en París a los 86 años a causa del coronavirus, según ha confirmado su hermano, Sixto Enrique de Borbón.
“En la tarde de este jueves 26 de marzo ha fallecido en París, a los ochenta y seis años de edad, su hermana María Teresa de Borbón Parma y Borbón Busset, víctima del coronavirus COVID-19”, ha escrito su hermano, que se ha declarado “muy apenado” por la noticia, en su cuenta de Facebook. En un comunicado que acompaña con una foto de ambos en su juventud, el que firma como “S.A.R.” (su alteza real) y duque de Aranjuez anuncia, además, que este viernes se celebrará un funeral en su honor en Madrid. Se la conocía como “la princesa roja”, título utilizado en una biografía que le dedicó en 2002 el historiador especialista en el carlismo Josep Carles Clemente, en la que destacaba “su vehemente defensa de los más necesitados y de la democracia”.
Nacida el 28 de julio de 1933, María Teresa era hija del entonces infante Francisco Javier de Borbón y Braganza, príncipe de Parma y de Plasencia, que se reivindicaba como heredero legítimo de la corona española, y de Magdalena de Borbón Busset.
Licenciada en Ciencias Políticas por La Sorbona de París, fue, entre otras cosas, profesora de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid y propugnó una evolución ideológica del carlismo, recuerda la agencia Efe. Era además hermana del histórico dirigente Carlos Hugo de Borbón-Parma, cabeza dinástica de la Casa Borbón-Parma, la rama carlista que quiso poner a esta familia en el trono de España. Además, era una gran especialista en el Islam y presidió la fundación CIVIS.
En una entrevista con este periódico en 1997 habló del papel especial de la mujer. “La mujer está, de algún modo, más ligada todavía que el hombre a la cultura de la vida. Debe ser la protagonista en la lucha contra las armas, la droga, la intolerancia, contra la discriminación. Precisamente, porque la ha sufrido. Debe tener una mayor actitud beligerante”. También habló sobre su papel en el Islam. “Hay que tener muchísimo cuidado con la interpretación negativa del papel de la mujer en estos países. En estas sociedades, donde las mujeres están intentando desarrollarse, hasta las más progresistas no ven con buenos ojos esta postura. Donde hay que hacer hincapié es en la democratización”.
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