Menú semanal de El Comidista (10 a 16 de agosto)

La sopa fría de pepino y yogur es un clásico de la comida veraniega de Oriente Próximo y los países balcánicos. Plato de tradición judía, como es lógico se toma en múltiples versiones: esta es medio clásica, medio inventada.

Si te gusta la casquería pero no sabes muy bien cómo tomarla durante los meses de calor –cuando la cuchara se reserva para el gazpacho–, apúntate a esta versión rápida, sencilla y muy fresca del 'vitello tonnato'.

El aguacate se usa como fruta en medio mundo y como hortaliza en el otro medio. En El Comidista debemos estar justo en el meridiano entre una mitad y otra, porque le damos a las dos cosas. Hoy le toca ser dulce y acompañar al plátano.

Muchas frutas, sobre todo las dulzonas, combinan bien con el queso feta, que por su parte es perfecto para ensaladas por su sabor salado y su facilidad para el desmigado. Los higos no son la excepción, como demuestra esta receta que es una bocanada de aire fresco para el paladar.

Si no compras la primera pasta que encuentres en el supermercado, ni la más barata, la sencillez de este plato te puede llevar a la gloria. Solo necesitas unas sardinillas en aceite, unos piñones y perejil.

El melón es tu amigo durante el verano y se supone que, si huele, pesa y la base cede un poco al apretarla, estará bueno. Pero no es una ciencia exacta.

¿No os pasa que cuando empieza a hacer un calor de esos que hace que se te arrebolen los mofletes, el cuerpo empieza os grita "dame ensalada" en cada comida? Puede ser en forma de ensalada tradicional –verdura cortada y aliñada, vamos–, deconstruida (un gazpacho o sopa fría) o, como en este caso, convertida en unos canelones sin leche, aceite o pasta.

Un postre clásico -que no viejuno- para aprovechar esas peras tan bonitas que hay ahora en las fruterías.

Una manera diferente de comer mazorcas frescas con el sello de garantía del chef David Chang, donde el cereal frito resulta muy ligero gracias al toque cítrico de la lima.

Uno de los platos más representativos de la gastronomía de Singapur, cambiando el cangrejo real por las nécoras nacionales pero manteniendo la sabrosa salsa que le da sentido a todo.

Son suaves, tiernos, jugosos y muy aromáticos cuando están en su punto óptimo. Si te aburres de comerlos solos siempre puedes hacer clic en el enlace y probar alguna de las recetas.

Si hay dos plantas aromáticas capaces alegrar y dar vidilla a cualquier plato son la hierbabuena y la albahaca, así que no hay que dejar volar mucho la imaginación para darse cuenta de la explosión de sabor que nos espera al tomar esta sopa. ¡A disfrutarla!

Cevicheros y cevicheras aquí tenéis vuestra receta favorita de este verano, un plato que podría ser la versión filipina de los boquerones en vinagre.

Suben los termómetros y dejamos el uso del horno para septiembre. Hasta entonces, nada mejor para pecar que una tarta de queso fresca, con fruta de temporada y cero sudores.

La 'caponata di melanzane' es uno de los grandes clásicos de la cocina del sur de Italia. Hemos probado varias recetas, pero ninguna tan buena como ésta.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

Aprovechamos la temporada de ciruelas para usarlas en una receta salada con unos jugosos contramuslos de pollo. Puedes ponerle patata, boniato o servirlo sobre una base de arroz o cuscús: triunfarás seguro.

Rescatamos otro refresco veraniego para hacer frente al calor. La tradicional –y un poco olvidada– leche merengada debería triunfar por su sabor a arroz con leche y su textura de espuma helada.

Aunque el batido de chocolate clásico bien hecho sea imbatible, a veces llena demasiado. Aquí tenéis esta versión más refresacante, capaz de satisfacer la adicción al cacao, pero eliminando la leche y el azúcar como elementos vacaburrísticos.