Empedrat ibérico

El primer gran acontecimiento político del curso son las elecciones catalanas. Para celebrarlo, o más bien para ayudar a soportarlo, invocamos la hermandad de los pueblos a través de las legumbres, el tomate y el jamón.

Jamón plurinacional.BERTO FOJO

¿A que apetecen las elecciones catalanas? No se me ocurre una vuelta de vacaciones más excitante, con todo un mes de tabarra independentista y antiindependentista por delante. Tengo la sensación de que quedan pocas personas que no estén hasta el níspero de este asunto. Los que se quieren separar, porque no les dejan. Los que quieren quedarse, por el bombardeo propagandístico del procés. Eso en Cataluña: fuera de ella, sólo se divisa la movilización de pequeños islotes de integrismo españolista alimentados artificialmente por la bilis de la prensa ultra y la TDT Party, en medio de un océano de aburrimiento e indiferencia generalizados.

Pase lo que pase en la votación, no sé si el 27-S mejorará o empeorará las relaciones entre los habitantes de este extremo de la península y el resto de sus (por ahora) compatriotas. Desde dicha ignorancia, y con la pretensión de no sumar más palabras a la brasa mediática sobre el asunto, sólo quiero reivindicar algo que nos une a todos, que es la pasión por la jamada y el bebercio. Si el tópico macromachista dice que a los hombres se les conquista por el estómago, no veo porque el refrán no puede extenderse a los españolófobos catalanes y a los catalanófobos españoles de ambos sexos.

Para tender puentes y, como dirían Chico y Chica, “estrechar al fin los lazos de amistad”, propongo un sencillo experimento: coger un superclásico catalán como el empedrat -plato emblemático de la sanísima costumbre local de comer legumbres en ensalada- y darle un paseo por los campos andaluces, extremeños o castellanos donde hozan los gorrinos ibéricos. O dicho sin tanta literatura, quitarle el bacalao y ponerle jamón.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 600 gramos de judías blancas cocidas, a poder ser pequeñas
  • 100 gramos de jamón picado
  • 300 gramos de tomate
  • 1/2 pimiento verde
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre de Jerez
  • Sal y pimienta.

Instrucciones

1.
Pelar, despepitar y cortar el tomate en dados pequeños.
2.
Escaldar el pimiento en agua hirviendo durante 3 minutos. Dejar que se enfríe y picarlo.
3.
Cortar el ajo por la mitad y frotar la fuente o el bol con él. Mezclar allí las judías, el tomate, el pimiento, 4 cucharadas de aceite y una de vinagre. Meter en la nevera y dejar reposar al menos media hora.
4.
Justo antes de comer, salpimentarlo, añadirle el jamón y algo más de aceite si se quiere, y removerlo.

Publicado originalmente en la edición impresa del suplemento 'Tentaciones'.

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