10 mandamientos para hacer una compra más sostenible
¿Te gustaría respetar más el medio ambiente pero no sabes cómo? Puedes empezar cambiando algunos hábitos a la hora de hacer la compra. Si sigues unas sencillas pautas, el planeta te lo agradecerá.
Es innegable: no nos estamos portando nada bien con el planeta. Para no contribuir a agrandar este estropicio de dimensiones cósmicas es necesario tener la sostenibilidad presente en tu día a día. Porque, vamos a ver, alma de cántaro: ¿tú te fijas en lo que compras? ¿Y también en cómo lo envasas, dónde lo llevas y qué haces después con estos recipientes o bolsas?
Cada vez que vamos al supermercado tenemos una oportunidad para hacer el bien o el mal al planeta. Todo depende de si escogemos las opciones más respetuosas o más dañinas con el medioambiente. Toma nota de estos 10 mandamientos que te damos a continuación para hacer la compra de una manera más sostenible.
Intentarás evitar el plástico sobre todas las cosas
La cantinela de siempre es más válida que nunca: intenta consumir menos plástico en cualquiera de sus formas siempre que puedas. Empieza por decir no a las bolsas tratando de llevar contigo un cesto, un carro, bolsas de tela o bolsas que ya tengas en casa y puedas reciclar. Prosigue la lucha contra el plástico optando por productos frescos sin plástico. ¿Un pepino envasado? ¿Unas mandarinas peladas en un recipiente de plástico? Ya lo dijeron desde la iniciativa #DesnudaLaFruta: la fruta y la verdura, mejor sin abrigo. De hecho, lo mejor es buscar un supermercado que intente reducir el plástico en sus estantes (Carrefour, por ejemplo, lo ha eliminado en la sección de fruta y verdura de sus tiendas Bio). Si quieres saber más sobre cómo frenar el uso de este material, desde el blog Vivir Sin Plástico te dan todos los consejos para borrarlo (en lo posible) de tu existencia.
Preferirás el vidrio a las latas
Aunque el plástico está en el punto de mira, las latas no se quedan atrás. Primero, porque son de un solo uso. Y, segundo, porque entre sus componentes se encuentra el aluminio, producido a partir de la bauxita, que es un recurso no renovable cuya explotación ha dañado, por ejemplo, grandes áreas de la selva amazónica, según afirman en Ecologistas En Acción. Por si fuera poco, para la producción de aluminio se requiere una gran cantidad de energía eléctrica (15.000 kW/h por cada tonelada) y su producción genera residuos minerales y gases como el dióxido de azufre, fluoramina o vapores de alquitrán. La buena noticia es que casi todo lo que viene enlatado, como el atún o los espárragos, también se vende en frascos de cristal, que pueden reutilizarse o reciclarse al 100%.
Irás al grano y a granel
Si puedes comprar algo a granel, hazlo. Sean frutas, frutos secos, cereales o incluso detergente lavaplatos. “Pero igualmente tengo que ponerlos en una bolsa o recipiente de plástico”. Pues, sí y no. Por un lado, imagínate que quieres comprar 400 gramos de cacahuetes. Tienes la opción de coger dos envases de cacahuetes o llenar una bolsa con 400 gramos. Lo segundo, por supuesto, es preferible. Y mejor aún es reutilizar bolsas o llevar tus propios envases, tarros de cristal reciclados o bolsas de tela. Las tiendas a granel, que han vuelto con fuerza, y algunos supermercados también hacen posible que sus clientes usen envases o bolsas propias en la sección de charcutería y carnicería, pescadería y frutas y verduras. Eso sí que es pensar en la sostenibilidad.
Comprarás productos de proximidad
Esos aguacates y mangos no vienen envueltos en plástico: ¿son sostenibles? Depende de cómo lo mires. A no ser que hayan sido cultivados en el sur de España, donde están disponibles durante sus respectivas temporadas, las frutas tropicales vienen de muy lejos, por lo que probablemente se ha consumido bastante combustible fósil para transportarlos hasta tu barrio. Ambas frutas son maravillosas pero si queremos ser más sostenibles estaría bien tener presentes las frutas cultivadas más cerca de nuestra casa, que a veces las olvidamos y son igual o más ricas si están en temporada.
Y lo mismo vale para otros alimentos, como los pimientos del piquillo o las lentejas, de las que en 2017 se exportaron 74,73 toneladas (principalmente de Canadá y EE.UU.) frente a las 24,4 toneladas que se cultivaron en nuestro país. La cosa es seria: un informe de Amigos de la Tierra señala que España importó un 53% más de alimentos que en 1995, la mayoría de los cuales han recorrido entre 5.000 y 6.000 kilómetros. En un futuro no muy lejano, la expansión de la tecnología del blockchain permitirá conocer su trazabilidad: sabremos dónde y cuándo han sido producidos nuestros alimentos. De momento, puedes usar esta calculadora para saber cuántos kilómetros ha recorrido lo que comerás hoy.
Comerás de temporada
Saber en qué meses tal y tal fruta se cosecha en nuestro país debería ser algo que se enseñara en las escuelas. Teniendo claro las temporadas de frutas, verduras y pescados podemos hacer una compra más sostenible y que de verdad cumpla con el mandamiento anterior. Porque solamente compraremos de proximidad si está en temporada la ciruela o la sardina. Sino, vendrán de allende los mares para satisfacer nuestro capricho de tenerlo todo en todo momento, mientras el planeta se va al garete. Añade a favoritos nuestra Guía Definitiva de Productos de Temporada para tenerlos siempre presentes.
No tirarás
El primer mandamiento para ser un humano sostenible es consumir lo menos posible. Esto implica evitar comprar cosas que no necesitas o, en este caso, cantidades de comida que sabes del cierto que te va a ser imposible acabarlas o reciclarlas antes de que se pongan malas. Para ello, intenta planificar bien tu compra para no tener que tirar nada. En El Comidista somos conscientes que, a veces, esto puede ser un poco difícil, así que te ayudamos con nuestro menú semanal para terminar de una vez con todas con el despilfarro alimentario de tu casa.
Leerás las etiquetas
Aparte de comprender si un producto es sano o no, leyendo la etiqueta puedes encontrar información sobre si es más o menos sostenible. En 2018, la Comisión Europea aprobó que, además de la carne de ternera, las frutas y las verduras, el aceite de oliva, la miel y los casos que lleven a confusión, todos estos alimentos debían indicar su origen: la carne de cerdo, de cordero, de cabra, de aves de corral y el pescado. Además, España añadió que también la leche y los productos lácteos debería añadir en su etiquetado el país de origen.
Comerás más alimentos de origen vegetal
Lo sabemos: el ritmo de producción actual de la industria cárnica es insostenible. Tenemos ejemplos de su impacto en el medioambiente en áreas como el Golfo de México, donde los residuos que genera la actividad granjera a tal escala ha causado una zona muerta, donde apenas hay vida, en el mar. Para que no empieces con que lo de las verduras es un rollazo, aquí te dejamos recetas vegetarianas para ser más sostenible, e incluso especiales vegetarianos de Navidad.
Preferirás el pescado sostenible
Año tras año terminamos con nuestros propios recursos pesqueros y nos quedamos con los de países que, con frecuencia, están en vías de desarrollo. A nuestro bolsillo le sale barato pero, al planeta, extremadamente caro. Por si fuera poco, tampoco pescamos de la forma más respetuosa: el método más usado es por pesca de arrastre, una técnica que destruye los fondos marinos y que, además, pesca un 40% de especies no deseadas que luego terminan descartándose. Por ley, todo el pescado vendido en sitios autorizados debe tener su etiqueta, así que pídela en la pescadería o pregunta si tiene el sello MSC, que certifica que esta merluza o esta caballa han sido pescadas de forma sostenible. Para saber más, consulta la Guía de Consumo Responsable de Pescado y Marisco de WWF.
Pedirás sostenibilidad a tu supermercado de confianza
Es cierto que los consumidores tenemos una gran responsabilidad con el planeta al elegir cómo, qué y dónde compramos. Sin embargo, los supermercados pueden marcar una gran diferencia implementando medidas que sean respetuosas con el planeta. Compra allí donde consideres que se toman en serio el cuidado del medio ambiente y se preocupan por ofrecer un servicio y unos productos cada vez más sostenibles. Algunos certificados, como el IPS (Instituto de la Producción Sostenible), galardonan las buenas prácticas en materia de sostenibilidad. En el sector de los supermercados, solamente Carrefour lo ha recibido. Infórmate y alza la voz para que tu supermercado aplique unas políticas más sostenibles. Cada pequeño gesto del consumidor cuenta.
¿Qué plásticos son más fáciles de reciclar?
Tienes que saber que hay plásticos y plásticos. A continuación, una lista de tipos de plástico, ordenados de más fácil a más difícil de reciclar:
PET o PETE (tereftalato de polietileno)
HDPE (polietileno de alta densidad)
PVC (policloruro de vinilo)
LDPE (Polietileno de baja densidad)
PP (Polipropileno)
PS (Poliestireno)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.