Estrellas del pop dan de comer al hambriento
Existen pocos terrenos más pantanosos para un famoso que el humanitario. Por mucho que se esfuercen, nunca nos acabamos de creer los esfuerzos de las celebrities por hacer el bien, y solemos pensar que bajo cualquier apariencia desinteresada yace una voluntad autopromocional. Sin embargo, las estrellas no cejan en el empeño, y erre que erre emprenden iniciativas benéficas sin reparar en nuestro escepticismo.
Las dos últimas que han llegado a mis oídos relacionan a ídolos del pop con la comida. Como os imagino afilándoos las zarpas y con el ceño ya fruncido, os doy el gusto de contar primero la más discutible. 50 Cent -por si habéis pensado “¿quién?”, aclaro que es el artista de hip-hop más importante de la década pasada según la revista Billboard- posee una marca de bebida energético-altruista denominada Street King. El rapero donará una comida a un niño necesitado del tercer mundo por cada persona que haga “me gusta” en la página de Facebook de dicha bebida.
Es decir, si te prestas a que las noticias de Street King aparezcan en tus titulares cuando entras a la red social, si dejas que su publicidad entre en tu timeline, 50 Cent será bueno y proporcionará un cacillo de arroz con habichuelas o similar a un crío desnutrido. Este mismo milagro del 1x1 ocurre cuando compras una botellita del producto, que además cuenta con la no desdeñable ventaja de proporcionarte seis horas de subidón.
Jon Bon Jovi, por el contrario, ha preferido ceñir su labor a los desfavorecidos que le caen más cerca, es decir, a los de Nueva Jersey. El cantante ha abierto allí un “restaurante comunitario” en el que puedes comer gratis a cambio de colaborar en la cocina, el servicio, la limpieza o la producción de alimentos para el local. También está abierto a clientes de pago, que zampan sin tener que fregar nada por un módico donativo de 10 dólares.
En el JBJ Soul Kitchen no se sirve “harina y sémola y fideos y esas porquerías que comen los pobres”, como decía Susanita en una tira de Mafalda, sino un menú de tres platos elaborado con ingredientes a ser posible ecológicos y locales. O sea, comida digna. Bon Jovi asegura que quiere expandir su modelo por el mundo: desde aquí le sugiero nuestro depauperado país como posible tierra prometida, que como siga así la cosa va a tener voluntarios para 200 o 300 restaurantes.
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