Vii, el nuevo bar de los hermanos Roca donde comer y beber por 25 euros

Después del restaurante familiar, Can Roca, el buque insignia del grupo, El Celler de Can Roca, la chocolatería Casa Cacao, el hotel Casa Cacao, la Bikineria, el restaurante Normal, la heladería Rocambolesc y el recién inaugurado Roca Sant Julià, los hermanos Roca continúan con su conquista de la comarca que les vio nacer. Esta vez lo hacen con una propuesta al alcance de todos los bolsillos, que incorpora a una carta tradicional del bar de tapas de toda la vida, la sapiencia de tres profesionales que se las saben todas: Joan Roca, uno de los mejores cocineros del mundo; Jordi Roca, uno de los mejores pasteleros del mundo; y Josep Roca, reconocido como uno de los mejores sumilleres del mundo.

El bar en cuestión se llama Vii y está situado en pleno centro de Girona, en la popular Plaça del Vi. Vi (vino en catalán) es la palabra que ha servido de base en lo que podríamos traducir como ‘Vino y…’. Un juego de palabras que resume muy bien la filosofía de un local cálido, amplio y con múltiples pistas de que los responsables del establecimiento tienen muchas tablas en esto de dar de comer al personal.

La primera: una carta de vinos con más de mil referencias, que —como es obvio— no parece demasiado habitual en un simple bar de tapas. De hecho, hasta para los más duchos en la materia, se hace difícil pensar en un bar clásico de tapas, platos y platillos cuya carta de vinos ocupe cincuenta páginas.

“Bueno, no sé si somos el bar de tapas que tiene más referencias en vinos, porque en mi experiencia siempre hay alguien que tiene más que tú”, dice Josep Roca a EL PAÍS, con una sonrisa de oreja a oreja, en una conversación trufada por los nervios del primer día y con un lleno hasta la bandera. “Hemos querido tener una buena y amplia selección de vinos con base a un baremo que yo denomino, precio/placer: poder tomar algo que te guste y disfrutes sin tener que dejarte el bolsillo en el intento”.

Además, el 90% de los vinos de la carta del Vii son naturales, aunque Josep (Pitu para los amigos) quiere matizar la elección: “yo soy una persona que consume vinos naturales en su día a día, pero entiendo que todo el mundo tiene gastos, que hay cosechas que necesitan corrección, que hay mil factores que influyen en el mundo del vino, así que no estoy en contra los otros vinos, los que no son naturales. De hecho, tenemos un cartel en la puerta que dice, vins natura, que quiere decir vinos y naturaleza y que resume lo que yo creo que debe ser el vino: algo lo más cercano posible a la naturaleza”, afirma. Y al frente de todo, como jefa de sala, se encuentra Audrey Doré, quien fuera la jefa de sumilleres de El Celler de Can Roca.

Precios populares

La otra clave de la nueva criatura de los Roca es un auténtico as en la manga: los precios populares. “Este bar es un homenaje al primer Can Roca, que era un bar situado en un barrio obrero, donde los domingos abrías para servir tapas, de clientela fiel y donde todo el mundo podía permitirse comer a un precio razonable. Aquí nos hemos ajustado todo lo posible para ofrecer buena comida a un muy buen precio”, asegura Joan Roca, que junto con Josep se arremangó en cocina para timonear el primer día del proyecto y para asegurarse de que todo funcionaba como es debido.

La carta del Vii está copada de grandes éxitos de los diversos palos que la familia Roca ha tocado a lo largo de los años: del milhojas de patata con salsa brava (6 euros), los míticos calamares de Montserrat Roca, un plato por el que no pasa el tiempo (10 euros), el bikini de pastrami con chucrut (8 euros), conejo escabechado con verduras de nuestra huerta del Mas Marroch (7 euros), un maravilloso pollo rostit que ellos describen como pollo ‘gratapallers’ cocinado a baja temperatura con su jugo, cítricos y patatas paja (17 euros) o los postres que sonaran a los fans de Casa Cacao. Sin embargo, no hay twists, ni despliegues de alta cocina, ni rastros de ninguna esferificación: el Vii es un bar-bar al que se puede ir a compartir plato o a comerse unas gambas sin preocuparse de tener que pedir una segunda hipoteca. Y cuenta con 15 referencias por copas a partir de 3,50 euros.

Además de su espacio interior, abarrotado ya de primeras, el público no tuvo inconveniente en ocupar también la terraza, demostrando que la tapa de los Roca va a convertirse en otro de esos puntos de peregrinación de los fans. En los últimos años, estos hermanos catalanes han conseguido demostrar que se puede mantener un restaurante en la lista de los mejores del globo durante dos décadas y seguir creciendo en el ámbito de la gastronomía sin que el titán tenga que sacrificar ninguno de sus tentáculos.

El Vii es, si obviamos la Bikineria, en la que se sirven sándwiches, la apuesta más clásica y económica de los hermanos Roca y el cubierto medio se sitúa en los 25 euros. También es la demostración del enorme arraigo de la familia en Girona y de su voluntad de llegar a todo el mundo con una gastronomía basada enteramente en el valor de la materia prima. “Al final, hemos querido volver al espíritu de los bares de los setenta, de las barras de nuestros padres y nuestros abuelos, del buen comer y la sencillez”, remata Joan.

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