Más voluntariado corporativo contra el cambio climático
Un consumidor cada vez más exigente quiere que las empresas se impliquen y lideren iniciativas ecológicas de calado
El voluntariado es una vía poderosa para que cada vez más gente se una a las diferentes causas que logren revertir la crítica situación que enfrenta el planeta en materia medioambiental y social. Así lo entiende la Organización de Naciones Unidas (ONU), que destaca la concienciación global para cumplir con lo acordado en la Agenda 2030. Desde que se impulsara en 2015 este plan de acción que engloba 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), muchas empresas han alineado sus objetivos profesionales con estos retos globales. Esta transformación implica la concienciación sobre la emergencia climática de sus propios empleados a través del voluntariado corporativo, que, a su vez, pretende compartir su conocimiento y experiencia, y ponerlos al servicio de la sociedad.
Como explica Catalina Parra, directora y fundadora de Fundación Hazloposible, este cambio de filosofía de las empresas viene en parte condicionado por la presión de los consumidores. “Antiguamente, las empresas simplemente donaban dinero a alguna causa medioambiental o social, un gesto que los consumidores veían como puro marketing. Ahora, estos últimos se han vuelto más exigentes y piden un cambio en las políticas de las empresas. Esto ha conseguido que muchas vean la necesidad de transformar su imagen de verdad y asumir su responsabilidad social”.
En Fundación Hazloposible asesoran a las compañías que quieran integrar un programa de voluntariado corporativo en materia medioambiental. “No siempre las empresas saben cómo hacerlo, por eso es importante tener en cuenta varios aspectos”, explica Parra y añade que lo principal es incorporar esas políticas de voluntariado que tienen que ver con qué actividades se van a realizar, los horarios de los empleados, si se realizarán dentro o fuera de la jornada laboral, a quién se quiere involucrar y qué objetivos se establecen.
Las compañías buscan alinear sus propios objetivos con los ODS y, a partir de ellos, estructuran sus actividades de voluntariado corporativo. En materia medioambiental destacan el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), ODS 12 (Producción y consumo responsables), ODS 13 (Acción por el clima), ODS 14 (Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos) y ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres).
Aunque cualquier empresa puede implementar estos programas medioambientales para sus empleados, son aquellas dedicadas al sector energético las que lideran este impacto positivo a través del voluntariado. Fundación Endesa, el brazo social de la compañía electro-gasista, ha asumido desde hace dos meses el reto de coordinar el voluntariado corporativo de toda la empresa. Como explica su directora de Proyectos, Gloria Juste, sus actividades se articulan en torno a dos ejes, la lucha contra el cambio climático y la reducción de la desigualdad social. “Son programas que a menudo se entremezclan”, matiza Juste.
Compartir conocimiento
La pandemia ha obligado a transformar estos programas de voluntariado corporativo. Es el caso del Programa de Voluntariado de Ahorro Energético que Fundación Endesa llevaba a cabo en colaboración con Cruz Roja hasta marzo de 2020 y que trataba de enseñar a los ciudadanos cómo acondicionar sus hogares con este propósito. Durante el último año, las consultas presenciales han pasado a ser telefónicas. Sin embargo, están recuperando otras actividades que buscan, por ejemplo, enseñar cómo medir la calidad del aire a través de los niveles de dióxido de carbono (CO₂).
Poner el conocimiento de sus trabajadores a disposición de la población es también el objetivo de Iberdrola, que busca fomentar el empleo a través de programas formativos dedicados al ahorro energético. “La parte de educación medioambiental y la sensibilización son fundamentales dentro del voluntariado y como meta en la lucha contra el cambio climático”, explica Begoña Barberá, responsable de Proyectos de Iberdrola.
El concepto de voluntariado ha cambiado positivamente en los últimos años. “Si hace un tiempo simplemente se consideraba como un servicio a la comunidad, ahora, y con el impulso de la pandemia, se ha convertido en una labor de un gran alcance, también por vía telemática”, dice Catalina Parra. “Del mismo modo, se aprovecha más el conocimiento del propio voluntario y eso permite que su actividad se ejecute de una manera más efectiva”, añade.
Hay muchas actividades relacionadas con el medio ambiente que las empresas pueden poner a disposición de sus empleados, como explica Parra, “desde campañas o maratones de reciclaje hasta concursos donde los empleados presentan propuestas para que los ciudadanos identifiquen su huella ambiental y puedan reducirla”. “La clave está en involucrar a los trabajadores, que se sientan identificados con los valores de la empresa y que puedan compaginarlo con su jornada”, añade Juste.
Desde Ayuda en Acción explican que las actividades de cualquier tipo de voluntariado, pero particularmente el corporativo, deben ser amenas, emocionantes y movilizadoras. La ONG española está ofreciendo durante 2021 un voluntariado corporativo en materia medioambiental a cualquier empresa de España y de manera gratuita dentro del programa paneuropeo 1Planet4All. Dirigidas a empleados menores de 35 años, estas actividades buscan concienciar a los participantes sobre la realidad del cambio climático, sus consecuencias y el impacto desigual que tiene entre la población, el grado de responsabilidad individual en esta crisis climática y las diferentes maneras que existen para luchar contra ella.
Movimiento liderado por los jóvenes
1Planet4All es un proyecto financiado por la Unión Europea que forma parte del programa DEAR (en inglés, Development Education and Awareness Raising) e involucra a 14 ONG europeas, entre ellas Ayuda en Acción, representante de España. Su propósito es formar a casi 150.000 jóvenes que lideren la transformación social y cultural para revertir la situación del planeta. Con estas actividades de voluntariado, de las cuales muchas se realizarán en empresas, pretenden desarrollar acciones sobre emergencia climática en el ámbito local, nacional e internacional y llegar a 13 millones de personas a través de canales digitales y tradicionales.
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