La exjefa de gabinete de Errejón, Loreto Arenillas, dimite como diputada de Más Madrid en la Asamblea

Loreto Arenillas ha dimitido este viernes como diputada de Más Madrid en la Asamblea regional tras haber sido acusada por una cuenta anónima en la red social X (antiguo Twitter) de mediar para evitar que se hiciera “escarnio público” de un caso de acoso sexual presuntamente cometido por Iñigo Errejón. La renuncia de la ya exdiputada, que fue jefa de gabinete del político, llega tras dejar este la política el jueves, y después de una denuncia presentada este viernes contra el exportavoz de Sumar por la actriz y presentadora Elisa Mouliaá por un episodio de violencia machista que presuntamente sufrió hace tres años. La salida ha sido traumática: el partido ha anunciado primero que la cesaba de todos sus cargos de dirección, pues se negaba a dimitir, y minutos después la política ha anunciado que dejaba el acta acusando a la formación de usarla como “chivo expiatorio”, y de haberla ignorado cuando trasladó el caso de Errejón, en 2023.

Con la marcha de Arenillas, Más Madrid, que ha admitido conocer el caso desde hace un año, intenta encapsular una crisis que amenaza con afectar a los liderazgos de la ministra de Sanidad, Mónica García, y de la portavoz en la Asamblea, Manuela Bergerot, que, según ya la exdiputada, conoció a través suyo en 2023 el caso denunciado en X, pues entonces era la secretaria de organización de la formación. Para intentar neutralizar la polémica, la dirección del partido también ha decidido cancelar su cumbre de otoño, que estaba programada para este fin de semana.

“Desde que se conocieron las acusaciones por acoso sexual contra Iñigo Errejón, he sido objeto de una inmensa campaña de mentiras y la dirección de mi grupo no me ha permitido ni la más mínima ocasión de explicarme”, ha escrito Arenillas en un comunicado publicado en la red social X (antes conocida como Twitter). “Jamás he encubierto ningún acto de acoso ni violencia machista”, ha asegurado. “En junio de 2023, no era jefa de gabinete de Íñigo Errejón, pero puse en conocimiento de la entonces secretaria de organización [Manuela Bergerot] y la responsable de feminismos un acto protagonizado por el diputado Íñigo Errejón, información que no consideraron elevar a los órganos del partido”, asegura. “Hoy me siento el chivo expiatorio para ocultar errores que, sin lugar a dudas, hemos cometido en la organización”, añade. “He sido víctima de violencia machista como tantas mujeres. Nunca pensé que podría perder la presunción de inocencia en mi propio partido”, lamenta. Y se despide: “He decidido abandonar mi acta de diputada, abandonar el partido, y seguir luchando contra los abusos, incluido este del que estoy siendo objeto”.

Minutos antes de que Arenillas anunciara su renuncia como diputada, Más Madrid publicaba un comunicado en el que aseguraba lo contrario: Arenillas, según ese escrito, se negaba a dimitir. Una fuente que cuenta con la confianza de la ministra García asegura que tras un largo día de tensiones, el comunicado del partido se ha publicado para forzar la decisión de la política, que hasta ese momento se negaba a dejar el acta.

“Respecto a la denuncia de la agresión en Castellón y la intervención de la diputada Loreto Arenillas, valoramos que las explicaciones que dio entonces no se corresponden con la realidad que hemos conocido durante los últimos días y horas”, se leía en ese texto. “Ante esta circunstancia, hemos exigido la dimisión de la diputada”, se añadía. “Ante su negativa”, se subrayaba el rechazo a dejar el acta; “anunciamos el cese de todas sus responsabilidades y cargos en el partido”.

Los hechos que han acabado con la carrera política de Arenillas habrían ocurrido en junio de 2023, y en Castellón de la Plana, donde una chica asegura que el diputado Errejón le tocó sin su consentimiento la cintura y el culo en un festival, el Tremendas femfest. Tras quejarse a la organización, Arenillas, según el relato de esos mensajes anónimos publicados en X, se presentó como “mediadora” para resolver el caso de acoso. Su objetivo, dijo, siempre según esa cadena de mensajes, era “reparar el daño”, aunque, apuntó, “el escarnio público no le parecía la manera más adecuada”.

Esa argumentación escandalizó a la denunciante. “Estoy harta de los hombre cis heteros de izquierdas que se aprenden el discurso transfeminista mejor que nosotras, se pintan las uñas y parece que ya esté todo hecho”, lamentó. Y recordó: “No fue un tío cualquiera, fue un representante público [Errejón] que ha hecho carrera a base de protestar continuada y abiertamente contra este tipo de situaciones”.

En ese momento, asumen ahora en Más Madrid, el caso dejó de afectar únicamente a Errejón para implicar al conjunto del partido, pues Arenillas pertenecía hasta ahora a la dirección de la formación, con la cartera de coordinación, y también se sentaba en la Mesa regional. “Loreto lo está parando”. Esa fue la frase que corrió en las filas de Más Madrid hace unos meses, según cuenta un exmiembro de ese partido —fundado por Íñigo Errejón en 2019— al que llegó de forma directa y desde dentro esta información, informa Braulio García Jaén.

“Es evidente que desde Más Madrid no hemos hecho las cosas bien”, reconocen en la formación madrileña, que ha abierto una investigación sobre Errejón. “A título personal ella inició un proceso de mediación con las mujeres afectadas tratando de aclarar lo sucedido”, señalan, en plural, sobre el caso de Castellón. “Este proceso fue insatisfactorio para ellas y poco después la acusación de agresión se hizo pública en redes sociales, sin que en ningún momento informase al partido de las acusaciones o de este proceso”, aseguran. “Días después, tras conocer el partido la acusación a través de un hilo de Twitter, nos pusimos en contacto con Loreto Arenillas y le pedimos que pusiera a disposición de las víctimas los mecanismos de denuncia con los que contamos, sin recibir respuesta por parte de ellas, por lo que dimos por cerrado el caso”, explicitan.

Más de un año después, la dimisión de Arenillas ha llegado este viernes como un intento de atajar una crisis interna que amenaza con afectar a los liderazgos de la ministra García y la portavoz Bergerot. Una fuente conocedora de las interioridades de la organización reconoce el shock total que vive el partido por el caso que afecta a su fundador, y por la salida de Arenillas. A eso se une que el intento de cortar la polémica de raíz chocará con la estrategia diseñada por los rivales políticos de Más Madrid para erosionar sus siglas y la credibilidad de su discurso político, en el que el feminismo es un argumento clave.

Así, Carlos Díaz-Pache, portavoz de los conservadores en la Asamblea, se ha empleado con la máxima dureza antes de conocerse la dimisión. “Manuela Bergerot lo sabía y lo tapó, y Mónica García lo sabía y lo tapó”, ha dicho sobre el caso Errejón. “Parece que Más Madrid se ha dedicado durante mucho tiempo, en lugar de a acompañar a las víctimas, a hacerlas callar y a no denunciar al agresor”, ha seguido. “La hipocresía de la izquierda es repugnante y Más Madrid tiene que dar muchas explicaciones, quién lo sabía y qué se ha hecho”.

En la misma línea, Alfonso Serrano, el secretario general del PP de Díaz Ayuso, también ha señalado este viernes a Arenillas, sin mencionarla por su nombre.

“Cuando decían “hermana yo si te creo” tenían, presuntamente, cargos públicos de Más Madrid, hoy sentados en la Asamblea de Madrid, tratando de tapar esos presuntos casos de abusos o acoso”, ha dicho el número dos de la presidenta regional.

Incluso Equo, socio electoral de Más Madrid, se ha sumado a la petición de explicaciones con un comunicado en el que ha recalcado que “los comportamientos que están saliendo a la luz no son admisibles”.

Esa combinación de presiones internas y externas ha llevado finalmente a Arenillas a renunciar al cargo. En su perfil de Twitter, la ya exdiputada se define como “feminista” y “portavoz de feminismo y coordinadora de Más Madrid”. Llevaba tres legislaturas en la Asamblea, donde hasta ahora ejercía como portavoz de la comisión de mujer, y portavoz adjunta, distinguiéndose por su combatividad contra el machismo y los mensajes de contenido sexual no solicitados, que puso en el centro del debate parlamentario.