Rubiño responde a Ortega Smith tras la agresión: “La actitud de los matones con chaqueta y corbata tiene consecuencias en las calles”

Eduardo Fernández Rubiño (Madrid, 32 años) es concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital desde mayo. Activista LGTBI, entró en política en 2015, donde fue diputado en la Asamblea regional hasta las últimas elecciones municipales y regionales de este año. El viernes, pasadas las seis de la tarde, durante el pleno mensual del palacio de Cibeles, sufrió una agresión por parte del portavoz de Vox en Madrid y también diputado en el Congreso, Javier Ortega-Smith. El concejal terminó su alocución en el escaño, se dirigió hacia Rubiño, se encaró con él, golpeó la mesa de la bancada de Más Madrid y una botella de agua salió disparada. PSOE, Más Madrid y PP han pedido al edil de Vox que deje el acta. Él, sin embargo, se niega.

Pregunta. ¿Alguno de los cinco concejales de Vox se ha puesto en contacto con usted en estas horas?

Respuesta. No. Todo Vox ampara esta actitud violenta porque va en su ADN. Vox produce sistemáticamente una violencia institucional. Ponen en la diana a las personas LGTBI, a los migrantes, a los vulnerables. Agitan ese odio y dicen que los homosexuales crecen de manera alarmante. Esto es coherente con la línea de puntos de lo que supone Vox en España, una fuerza antidemocrática que corroe nuestras instituciones. Sé lo que tengo enfrente y lo que los españoles paramos en las elecciones de julio. Vox es un partido que se ha dedicado a inundar las instituciones de odio. Es el único socio del PP y aspiraba a estar en el Gobierno. Ortega Smith quería ser el ministro del Interior. Volveré al pleno de Cibeles con toda la determinación.

P. Las cámaras del pleno grabaron el momento de la agresión. Sin embargo, ustedes intercambiaron unas palabras previamente.

R. Todo comenzó con el discurso de la concejal del PSOE Adriana Moscoso, que contaba cómo había vivido su infancia cuando su padre estaba amenazado por ETA. Ante esto, Smith dijo que Moscoso padecía síndrome de Estocolmo. Yo me indigné y al pasar por delante de mí le dije “qué asco”, en referencia a esas palabras de una víctima del terrorismo. No me podía imaginar esa reacción, fuera de sus casillas, diciéndome: “¿Qué dices, qué dices?”. Se aproximó mucho físicamente. Dio un manotazo en mi escaño y una botella de agua salió volando. Ahí, me dijo: “Ahora, llora”. Estas palabras no son una casualidad. Me las dice porque piensa que soy menos hombre que él. Estas palabras me recuerdan a las que dicen los matones al marica de la clase en el colegio. Esto se corresponde con un modelo de masculinidad frágil y acomplejada. Lo que Vox representa. Ellos quieren imponer ese modelo machista y caduco al resto.

P. ¿Cómo era su relación con Smith en estos meses?

R. Muy cordial. Hemos coincidido en las juntas de portavoces y en multitud de actos institucionales. Yo he sido muy duro con él en estos plenos porque, en mi opinión, su forma de hacer política no debería tener cabida en las instituciones. Probablemente, me tenía ganas. Pero en mi etapa política yo no he vivido nunca una situación así. Ha perdido los papeles y se ha comportado como un matón de discoteca a las seis de la mañana delante de todas las cámaras. Si esto lo hace delante de todos, ¿qué habría hecho si no hubiera tenido el ojo público encima?

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Así se ha encarado Ortega Smith a un edil de Más Madrid

P. Smith escribió un texto en su perfil de X, antes Twitter, pasadas las ocho de la tarde. En él afirma que usted se “mofó” de las víctimas de terrorismo.

R. Es absolutamente falso. Mentira. Es una vergüenza la utilización que hacen de las víctimas del terrorismo permanentemente con fines políticos. ¿Cómo es posible que un representante público diga que una víctima de ETA tiene síndrome de Estocolmo?

P. Horas después, diferentes miembros y exmiembros de Vox han salido a defender a Smith. El exdiputado Víctor Sánchez del Real ha escrito en X: “Conociendo a Javier, si hubiera habido agresión al sojas, chulito de palabra con Javier y las víctimas, aún le estarían atendiendo en el lugar”. Smith le ha dado un me gusta a este comentario.

R. (Silencio) Se califica solo.

P. A la salida del pleno, Smith compareció ante la prensa y dijo: “Ni voy a dejar mi acta de concejal, ni voy a dejar de denunciar a esa izquierda echada al monte y a esa derecha acobardada que no sabe cómo ponerse de rodillas. Así que a todos les deseo feliz Navidad y que se recupere de sus graves lesiones el agredido”.

R. Es una muestra de la absoluta degradación política en la que tratan de convertir las instituciones. Ellos buscan generar un lodazal por el cual la política sea impracticable. Esto debe hacernos reflexionar sobre lo importante que ha sido que Vox no entrara en el Gobierno de España. Alberto Núñez Feijóo podría haber hecho ministro a Ortega Smith. Hay que cerrar la puerta a la gente que quiere una España de hace 50 años.

P. Los 12 concejales de su partido y los 11 del PSOE abandonaron el pleno inmediatamente. Los ediles del PP y de Vox permanecieron en sus asientos. ¿Alguien del PP se ha puesto en contacto con usted?

R. Sí, Almeida y algunos concejales. Todos con palabras condenatorias y de apoyo. Yo se lo agradezco, pero el problema es que Vox es su principal socio en toda España. ¿El PP puede estar cómodo con un socio así?

P. También fue llamativa la actitud del presidente del Pleno del Ayuntamiento, Borja Fanjul, del PP, que negó su intervención tras la agresión y exigió hasta una disculpa por su parte.

R. Bueno, es que... nosotros hemos registrado ya la dimisión del presidente del Pleno. Se comportó de una manera equidistante. Llegó incluso a darme permiso para que yo pidiera disculpas a Smith, poco menos que insinuó que yo estaba provocando y que eso provocó la actitud de Smith. Esto demuestra el doble rasero del PP. Hubo un precedente en el pleno, donde un concejal del PSOE palmeó la cara al alcalde y todas las fuerzas pedimos que dimitiera. El presidente del Pleno actuó aquel día de forma fulminante. El contraste con la actuación vergonzosa de ayer conmigo no tiene un pase. Debe dimitir.

P. ¿Fanjul, el presidente, lo ha llamado?

R. No. No me ha llamado ni me ha dado una explicación.

P. ¿Cree que Ortega Smith va a dimitir?

R. Muy probablemente no. Vox está en una lógica en la que llega a creer que esto le compensa electoralmente. Esto es lo que nos debe alertar. Afortunadamente, han perdido 19 escaños, pero siguen ahí. Amparan esto. Esto va en su ADN. Solo inoculan el odio en las instituciones.

P. ¿La actitud de Ortega puede verse reflejada en la calle?

R. Todo lo que hace Vox en las instituciones legitima la violencia en las calles. Cuando señalan a las personas LGTBI desde las tribunas, las ponen en la diana. Los matones que ya existían, pero que tenían el rechazo de la sociedad, ahora se sienten legitimados para actuar. Vox juega con fuego. Echa gasolina a lo que después ocurre cuando no tenemos cámaras delante.

P. ¿Ya ha pensado en lo que va a decirle a Ortega en el próximo pleno?

R. (Silencio) A mí no me va a amedrentar. Voy a seguir con normalidad. Vamos a pedir su reprobación y la dimisión. Si él se cree que me va a hacer bajar la cabeza, no me conoce y se equivoca. Otra cosa no, pero llevo muchos años soportando a Vox en las instituciones y todavía no ha nacido un matón de patio de colegio suficientemente grande capaz de impedirme que siga defendiendo las cosas en las que creo, que es un país mejor y libre de esa España en blanco y negro a la que nos quieren devolver.

P. El 28 de septiembre, como decía, se produjo otra agresión en el pleno, en este caso de un concejal socialista al alcalde Almeida. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

R. Entré en política en 2015 y la degradación en estos años ha sido increíble. El estilo de [la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz] Ayuso y los representantes de Vox, que consiste permanentemente en hacer bullying a los adversarios y generar insultos y señalamientos, ha convertido la política en un lodazal. La Asamblea de Madrid da vergüenza. El Ayuntamiento, lamentablemente, va por el mismo camino. Almeida se dedica permanentemente a montar shows en las sesiones plenarias. Esto genera un clima que se va incrementando...

P. ¿Y cómo se combate un clima así?

R. Con firmeza y determinación. Tener firmeza y contundencia en un Parlamento no es un problema. El problema es cuando se generan señalamientos y se traspasan todas las líneas. Se habla de dónde vive la ministra de Sanidad, Mónica García, como ha hecho Ayuso. Se busca la manera de destruir al que tienes enfrente. Hay que combatir esto reivindicando que no todos los políticos somos iguales. No se puede caer en la antipolítica. Esto no es un ventilador donde todos los políticos se comportan de la misma manera.

P. Este viernes, Isabel Díaz Ayuso recortó las leyes regionales trans y LGTBI, que se habían aprobado durante la presidencia de Cristina Cifuentes (PP). Ahora, un menor trans de 15 años en Toledo (Castilla-La Mancha) no necesitará pasar, obligatoriamente, por un psicólogo antes y durante su proceso de hormonación; pero un menor trans en la Comunidad de Madrid sí.

R. Hemos escrito una página negra en la historia de Madrid. Madrid se ha convertido en el primer lugar de la historia de la democracia española donde el colectivo LGTBI retrocede en derechos y libertades. Nos debe hacer reflexionar. Igual que se dan pasos para adelante, se dan pasos hacia atrás. El PP sacó esto en 2016. Ahora, Ayuso ya no necesita a Vox, pero ha decidido sacar esto por pura convicción. ¿Qué ha pasado? Que el PP ha sido colonizado por el programa de Vox.

P. En 2022 se produjeron en la Comunidad de Madrid más de 170 agresiones homófobas que se ejecutaron, principalmente, por hombres jóvenes menores de 30 años que no pertenecían, de forma activa, a ningún grupo violento. Así lo refleja el último Observatorio contra la LGTBIfobia puesto en marcha por la asociación Arcópoli con datos del pasado año.

R. Siendo rigurosos, es muy complicado saber las cifras exactas porque el PP se ha encargado de quitar la financiación a este observatorio independiente. Pero hay otros informes, como el del Ministerio del Interior, que recoge este aumento y esta subida que coincide con la entrada en política de Vox, que señala a las personas LGTBI y a cualquier grupo vulnerable que no comulga con su idea de España uniforme y cerrada que ellos plantean. Que los matones con chaqueta y corbata esparzan desde una tribuna discursos de odio tiene consecuencias en las calles.

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